Descomunal desafío tiene el gobierno mexicano que inicia el 1ro. de diciembre. De entrada, revertir la pésima imagen del próximo titular del poder ejecutivo federal y convencer dentro y fuera del país sobre temas binacionales y multinacionales.
Es cuestión de semanas para que el árbitro electoral, ya de cuclillas ante el presidente electo, solvente las inconformidades postelectorales, y otorgue la patente de corso para que la nueva administración inicie formalmente la transición de poderes.
Agotados los procedimientos y protocolos, el mandatario Peña Nieto podrá echar mano del presupuesto, y de personas capaces, para nombrar embajador (a) de México en Washington y Secretario (a) de Relaciones Exteriores, así como de cabilderos que le ayuden a redefinir su imagen política y personal.
Al margen de la exhibida que le ha puesto el PEJE ante los ojos del mundo, y las que él mismo ha generado, EPN arrastra un perfil intelectual limitado y carga a cuestas la sospecha de haber comprado la elección presidencial. A diferencia de mandatarios que apenas si cursaron la educación básica, Peña no se ha caracterizado por el sentido común y la simpatía que acarrea la transparencia y la honestidad.
Dentro de la agenda internacional, aparejada a la de reencauzar el servicio diplomático exterior que le ofrezca la opción de recuperar liderazgo en la región latinoamericana, como en el viejo régimen; el gobierno de la república que inicia debe replantear la estrategia conjunta y el tamaño del combate al crimen organizado, la regularización de los migrantes mexicanos en EU y el intercambio comercial.
Cuando Enrique Peña Nieto se reúna con el nuevo presidente de los Estados Unidos, y posteriormente haga su presentación ante el Congreso Norteamericano, deberá llevar en el maletín acciones juzgadas creíbles y confiables de los expedientes abiertos en contra de correligionarios y allegados señalados como miembros o contactos del crimen organizado.
No se entiende de otra manera cómo el primer magistrado azteca procure, como es su obligación, pugnar por los intereses por los derechos humanos de los connacionales que residen al norte de la frontera. Con papeles o no, de los indocumentados, Peña Nieto debe actuar y parecer dignatario de una nación libre y democrática, por lo mismo, ausente de toda duda sobre su persona y de relaciones ilícitas.
Como se espera, a inicios del próximo año, la embajada mexicana en Washington, la cancillería y el Consejo de seguridad nacional, con el visto bueno del senado de la república, seguramente contarán con el borrador del que será la propuesta estratégica de México en el tema binacional de colaboración para encarar los orígenes, causas y efectos del trasiego de narcóticos y contrabando de armas a lo largo de la frontera común.
Insisto, para cuando se dé el primer acercamiento entre los dos mandatarios que comparten la línea divisoria del Río Bravo, el nuestro tendría que haber resuelto ya el asunto del deterioro y desconfianza sobres su imagen y persona. De otra forma, va a ser muy difícil que se obtengan distintos y mejores resultados a los ya conocidos en los últimos doce años, aclarando que éstos han sido mediocres por la falta de pericia de los responsables del servicio diplomático exterior y de los presidentes en turno.
La experiencia nos dice que en casi 20 siglos de interrelación de los gobiernos mexicanos y estadounidenses, ellos han sacado mayor provecho. Si EPN no es capaz de ofrecer un gobierno confiable, el tío Sam se va a ensañar y mantendrá como chicote los expedientes abiertos contra ex gobernadores, prestanombres y capos del crimen organizado presuntamente ligados o familiarizados con el presidente electo de México, para seguir tratándonos como el patio trasero.
P.D. Fe de Erratas: a los diversos medios de comunicación que amablemente me hacen el favor de publicar mis editoriales, y los amables lectores que me obsequian su tiempo para leerlos, les ofrezco una sincera disculpa por el error gramatical del encabezado de mi anterior colaboración intitulada UN ROTO PARA CADA DESCOCIDO, que debió ser UN ROTO PARA CADA DESCOSIDO. Gracias.
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