De los 700 mil millones de pesos que cada año compra el gobierno federal en bienes y servicios, se “pierde” entre 10 y 14 por ciento de ese monto por sobornos, cohecho, colusión y corrupción entre proveedores y contratistas, afirmaron la subsecretaria de la Función Pública, Elizabeth Yañez Robles, y el presidente de la Comisión Federal de Competencia (CFC), Eduardo Pérez Motta.
Durante la conmemoración del Día de la Competencia 2012, Yáñez Robles aseguró que con los cambios en la Ley de adquisiciones, el combate a la corrupción y la competencia efectiva que actualmente se discuten en el Senado y ya fueron aprobadas por la Cámara de Diputados, sería posible lograr ahorros de entre 70 mil y 100 mil millones de pesos anuales en compras de gobierno.
Admitió que la corrupción “es una práctica persistente” y que en México “todavía existen muchas malas prácticas como soborno, cohecho y colusión” en las licitaciones públicas. Afirmó que entre 2010 y 2011 se lograron ahorrar alrededor de 8 mil 122 millones de pesos en compras de gobierno gracias a prácticas adecuadas.
Antes, Pérez Motta destacó que la colusión no sólo daña a los ciudadanos a través de compras ineficientes del gobierno, sino que existe una correlación entre esa práctica, la dominancia de algunos actores económicos y la pobreza. Esto, debido a que 30 por ciento del gasto de los mexicanos se dedica a productos de sectores donde no hay competencia y donde los precios pueden ser hasta 40 por ciento más altos.
Durante el mismo encuentro, la Organización para Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) calculó que las compras publicas equivalen a 20 por ciento del producto interno bruto entre los países miembros, pero el cohecho representa alrededor de 10 por ciento. En el caso de México, de ser correcta esa estimación, representaría unos 140 mil millones de pesos al año y casi sería equivalente al presupuesto 2012 del Issste, que este año se eleva a 166 mil millones.
Mientras tanto, el director del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), Daniel Karam Toumeh, hizo referencia a diversas modificaciones aplicadas a las licitaciones efectuadas por esa institución para evitar al máximo las prácticas ilegales, ya sea entre proveedores o proveedores y funcionarios.
Entre esas modificaciones mencionó las subastas en reversa, es decir, la puja de propuesta de precios a partir de la cotización más baja presentada en el concurso, así como compras conjuntas de todo el sector salud.
Mediante la aplicación de esas medidas, precisó, en los últimos cinco años el IMSS logró reducir el gasto en la compra de medicamentos en 45 mil millones de pesos, lo que equivale a dos años del presupuesto 2012 autorizado para ese fin y que asciende a 23 mil millones.
Mientras tanto, el director general del Issste, Sergio Hilario Monroy Portillo, dijo que esa institución se ve en la obligación de buscar mecanismos para hacer más eficiente el gasto, pues de un presupuesto autorizado de 166 mil millones de pesos, 102 mil millones se dedican al pago de pensiones. Para este año se tiene previsto un gasto de 9 mil millones en medicamentos y “si logramos reducir las ineficiencias al menos en 10 por ciento, eso equivaldría a construir un nuevo hospital cada año; aumentar la eficiencia en el gasto podría significar la reposición de la infraestructura del Issste”.
Por otro lado resaltó la importancia de que los proveedores también hagan su parte en las acciones para evitar las prácticas ilegales en los procesos de compras del gobierno. “Yo no he oído a los representantes de las cámaras empresariales comprometerse con sus agremiados a aplicar las mejores prácticas y evitar la colusión”, dijo.
La Jornada