La caminata arribó al barrio Guamaní, en el sur de la capital de Ecuador, luego de un recorrido de unos 10 kilómetros desde el poblado de Uyumbicho. Otra marcha desde el norte andino se acercaba hoy al sector de Calderón.
Ambas manifestaciones, apoyadas por grupos opositores, confluirán este jueves en el parque El Arbolito, en el centro moderno quiteño, para una concentración en la tarde organizada por la Confederación de Nacionalidades Indígenas de Ecuador (Conaie).
Esas demostraciones se desarrollarán simultáneamente con marchas de los seguidores de Correa, quien los convocó para contrarrestar lo que denuncia como un “intento de desestabilización”.
Esos simpatizantes se reúnen en la Plaza de la Independencia, frente al palacio de gobierno, y en El Arbolito, del cual saldrán antes de la llegada de su contraparte, según dispuso la alcaldía capitalina para evitar enfrentamientos.
La marcha que llegó a Guamaní partió el 8 de marzo de El Pangui, 700 kilómetros al sureste de Quito, tres días después de que el gobierno firmara con la empresa china Ecuacorriente el primer contrato para extraer cobre en esa localidad amazónica.
La Conaie, la principal agrupación aborigen, exige leyes sobre el manejo del agua y la redistribución de tierras, la derogatoria de la norma que ampara la megaminería y de una proyectada ronda petrolera.
Correa insistió en que la marcha busca desestabilizarlo antes de las elecciones de febrero de 2013, en las que no descarta la relección. Si bien se mostró abierto al diálogo, defendió los proyectos mineros y advirtió sobre los hechos violentos del partido izquierdista Movimiento Popular Democrático, que le da apoyo a la Conaie.
En la localidad de Otavalo, el presidente Correa participó en la celebración del equinoccio de marzo, o mushuk wata, el año nuevo indígena en lengua quechua, donde aseguró que éste es “el gobierno de los indígenas”.