Así lo dio a conocer el secretario general de Gobierno, Raymundo Romero Maldonado, quien destacó: “Los del Centro Histórico definitivamente no se van a reabrir, van a tener que reubicarse y los que definitivamente no se van a reabrir son los que no tienen documentación, o que estaban fuera de la ley”.
Romero Maldonado aclaró que se ha platicado en forma cercana con los dueños y los concesionarios de los bares, pero no se pueden tolerar escenas como las del lugar conocido como “El Hoyo”, donde los indígenas se ponían a tomar, se quedaban tirados en la calle y las “comadres” (esposas) iban y les daban dinero para que siguieran tomando.
“Esas cosas no pueden permitirse en Chihuahua, esas cosas no van a estar ahí y si hay bares que están fuera de la ley esos bares no se van a abrir, los demás se tiene que reubicar”, recalcó el funcionario estatal.
Explicó que los bares y antros, como cualquier otro negocio buscan los puntos de venta para establecerse. Sin embargo, conforme al Código Administrativo hay limitaciones, entre ellas que no estén frente a una escuela o templo.
Enfatizó que el operativo de inspección no se realizó al arbitrio, ni por capricho, sino que se tomaron en cuenta las solicitudes de personas “que a gritos pedían que se cerraran esos sitios, porque no eran cantinas, eran picaderos algunos”, acotó.
Dijo que es parte de la modernización del Centro Histórico y es también un asunto de seguridad, donde hay un mapeo que establece la incidencia de delitos que se cometen en esta zona y se debe am que hay un bar, hay malandros, picaderos y lo que esto conlleva. “Los de mala muerte no se va a abrir”, sostuvo.
Otros tendrán que atender instrucciones como atender el aseo o abrir puertas de emergencia, “porque algunos son verdaderas trampas” y cuando hay un accidente hay desgracias que lamentar, puntualizó.