Para detectar a tiempo este padecimiento, la Secretaría de Salud recomienda realizarse una inspección minuciosa del pie, efectuar una valoración del calzado, revisar si existen síntomas de enfermedad arterial periférica, además de comprobar la sensibilidad.
Es importante no utilizar la resección de uñas encarnadas o callosidades, se debe cortar las uñas en forma recta y limarlas suavemente, lavar el pie con agua y jabón durante 5 minutos, secar en forma adecuada entre los dedos, aplicar crema hidratante después del baño, excluyendo la zona que está entre los dedos.
Otra de las recomendaciones es caminar todos los días y no fumar. Se debe notificar a la enfermera o médico la aparición de hinchazón o enrojecimiento aunque no duela, todo esto con la finalidad de detectar y prevenir alguna complicación en los pies del paciente con diabetes.
El control eficiente de la glucosa ya sea mediante ejercicio y/o alimentación, así como administrar tratamiento, son estrategias fundamentales para disminuir los problemas de amputación y mortalidad.
Existen factores que se predisponen a la enfermedad como el cambio de la forma del pie al modificar los sitios de carga y puntos de apoyo al caminar, la ausencia o disminución de pulsos, piel fría, seca y endurecida.
Los daños que se producen en una persona con pie diabético es la neuropatía que consiste en lesiones de los nervios causando disminución del flujo sanguíneo, lo que reduce la sensibilidad a la presión, frío, calor y dolor; esta la causa por la cual muchos diabéticos sufren lesiones en los pies y no se dan cuenta.
También se presentan enfermedades como infecciones, ulceraciones, destrucción de tejidos profundos, unido a problemas neurológicos y enfermedad vascular periférica.
Finalmente la Secretaría de Salud exhorta a las personas que tienen problemas con la glucosa para que acudan a las unidades médicas, ahí se les mostrará cómo realizar autoexploración del pie, así como los cuidados básicos que debe tener.
