El jueves, la EPA afirmó haber hallado compuestos químicos utilizados en el “fracking” en aguas subterráneas en una remota comunidad de Wyoming en la que los residentes se quejaron por la contaminación.
La EPA aconsejó a los habitantes de la localidad no beber el agua. Los hallazgos podrían tener importantes consecuencias en zonas de todo el país donde las compañías de gas intentan obtener autorización del Estado para gigantescos proyectos de fractura hidráulica en formaciones de esquisto.
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