La magna muestra integró 177 piezas, entre óleos, acuarelas y dibujos, así como 10 esculturas de pequeño formato, más cinco esculturas monumentales situadas en la explanada frente al PBA, donde no hubo día en que los visitantes o transeúntes no se tomaran una fotografía junto a las seductoras y extraordinarias obras.
La exposición se realizó como homenaje con motivo de los 80 años que el maestro Botero celebró el pasado 19 de abril, así como para rendirle un reconocimiento por sus 60 años de producción artística. También se editó un catálogo de aproximadamente 300 páginas, que incluye cinco cuentos de su autoría, con un costo al público de 890 pesos.
Durante el último día de la muestra, una larga pero fluida fila se formó en una de las puertas laterales del recinto de mármol. Al filo de las 11:30 horas se concentraron decenas de jóvenes simpatizantes del movimiento #YoSoy132 para manifestarse en contra del candidato Enrique Peña Nieto, del voto nulo, y en favor de la democratización de los medios de información electrónica.
La magna retrospectiva permitió apreciar en toda su amplitud el singular estilo del pintor colombiano, caracterizado por el volumen, la sensualidad, la composición, la luz y el color.
Para la muestra en el Museo del Palacio de Bellas Artes, la exposición se dividió en 10 núcleos temáticos: obra temprana; América Latina; religión y clero; dibujo y técnica mixta; escultura; el circo; Abu Ghraib; versiones pictóricas; la corrida taurina, y naturaleza muerta.
Como ocurrió durante las semanas en que estuvo expuesta la obra, ayer, último día para apreciarla, los visitantes pudieron tomarse fotografías junto a los cuadros, pagando previamente 30 pesos.
El inconfundible estilo de Botero generaba sonrisas, sorpresa y admiración, al recorrer cada una de las salas que reflejaba una distinta faceta del artista plástico.
En la sala de las esculturas de pequeño formato, aunque éstas podían ser tocadas, muy pocos eran los visitantes que se atrevían a hacerlo, preferían apreciarlas de cerca o tomarse la foto, quienes habían pagado para hacerlo. Sin duda, de la sala que salían más impactados, era donde se encontraban los “brutales y conmovedores cuadros”, sobre la cárcel de Abu Ghraib.
La retrospectiva contó con la curaduría de Lina Botero, hija del artista plástico. Será muy difícil que se vuelva a reunir la obra que se apreció en México, ya que será reintegrada a las colecciones a las que pertenecen, aunque algunas de las piezas se exhibirán en exposiciones programadas durante el año, para continuar celebrando el cumpleaños del pintor colombiano.
De acuerdo con Ricardo Trujillo, de la Coordinación de Difusión y Prensa del Museo del Palacio de Bellas Artes, “aún no se tiene una cifra exacta sobre el número de visitantes, pero se calcula que estaremos cerrando con alrededor de 250 mil personas”.
La obra escultórica monumental que se encuentra en la explanada del PBA “se retirará entre el 18 y el 23 de junio”, apuntó Trujillo.
La jornada