La transición de poderes entre los equipos de Enrique Peña Nieto y Felipe Calderón es tan tersa, que hasta se prestan las aeronaves oficiales para que el presidente electo realice sus viajes internacionales.
A lo mejor no estoy acostumbrado o simplemente no recuerdo que el traspaso del poder ejecutivo haya sido como una luna de miel, lo que me llama poderosamente la atención, para bien, por supuesto.
Sin sobresaltos que pongan nerviosos a los organismos internacionales ni a las calificadoras que andan con las tijeras muy activas, el optimismo que desbordan ambos presidentes, prácticamente en funciones los dos, envían el mensaje de que la fiesta está en paz.
Enmedio de las suspicacias provocadas por el abatimiento y desaparición del cuerpo de uno de los capos más buscados como lo era Heriberto Lazcano alias el “Lazca”, la tragedia que rodea a la familia Moreira y la historia de terror y sospecha que pesa sobre la captura del presunto asesino material de Marisela Escobedo; la presidencia de la república todavía en funciones y la electa, con la dirigencia tricolor replicando el tono, le ponen terciopelo y pana a la relación transitoria.
En un gesto de cordialidad, así salió de comunicación social de los pinos, la administración calderonista facilitó el avión presidencial bautizado como el “TP01”, al sucesor Peña Nieto para que realice una gira internacional por países europeos. La segunda aeronave, la “TP02” con menos asientos, se encuentra en mantenimiento y no será sino hasta finales de mes cuando esté lista para retomar el vuelo. Más vale que así sea porque luego se caen.
Estas actitudes aterciopeladas y entre algodones de los dos gobernantes, aunque de diferente partido, contrastan con las de hace apenas unos meses atrás cuando estaba en disputa la silla presidencial. Entonces, agarrados del chongo, se recriminaban mutuamente las herencias malditas y la paternidad del narcotráfico, la pobreza y la corrupción. Hoy, a mes y medio del cambio de banda, y de bando, hasta Pedro Joaquín Coldwell abraza la determinación de Calderón para combatir al crimen organizado.
Sin ser gratuito del todo, está bien que su jefe ya traiga las llaves de las naves oficiales, y en breve de la changarro entero, el presidente nacional del PRI declara que el ejército permanecerá en las calles, aunque las estrategias de la nueva administración serán más efectivas. Hay que guardar la prudencia y distancia necesaria para cuando haya que marcar la diferencia de estilos.
Aquí en México estas notas de color que están regalándonos los gobiernos federales, entrante y saliente, compiten con las revistas rosas exclusivas de las casas monárquicas. Mientras tanto, Peña Nieto aprovecha los días que faltan para su asunción, con visitas extraoficiales, porque el protocolo internacional no las considera de otra manera; a las naciones europeas con las que nuestro país mantiene estrechas relaciones diplomáticas y comerciales, y que son los destinos turísticos más recurridos por los presidentes aztecas, o sea: a Alemania, Reino Unidos, España y Francia.
El presidente electo arribó a tierras alemanas, acompañado de su cónyuge, de su hombre fuerte, Luis Videgaray y del que probablemente ocupe la cancillería mexicana, Emilio Lozoya. Peña y su equipo fueron recibidos por diplomáticos mexicanos, ya que por no ser una visita Oficial ni de Estado, la autoridades de esos países no los reciben como tales.
No se requieren tantas neuronas para deducir que las giras pre-presidenciales de EPN a Centro y Sudamérica y ahora a Europa, obedecen en gran medida para atenuar la imagen, si no negativa, al menos si deteriorada que tiene el priísta con el exterior. El desgaste de la campaña presidencial y las dudas sembradas por la izquierda sobre su victoria electoral, han obligado al mandatario electo a adelantarse por el camino diplomático. Las reuniones con los dignatarios europeos no están exentas de manifestaciones contra la visita de Peña.
Estas expresiones de civilidad, excesivas para algunos, estarán vigentes por lo menos hasta el 1ro de diciembre, porque después de eso, el sello de garantía caduca. Habrá que ver cuán grueso es el blindaje que EPN le concederá a FCH, pero lo que si resulta claro y evidente es que el michoacano ha sido muy condescendiente con su sucesor.
P.D. Antes que se agote la luna de miel, es imperativo que el gobierno saliente y entrante, así como sus respectivas dirigencias, determinen con exactitud el régimen en que entregan y reciben los bienes públicos (estadísticas), si serán separados, por aquello de las comparaciones que vendrán en los tiempos electorales, o mancomunados, donde deberán asumir conjuntamente las responsabilidades.
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