En algunas ciudades de estados fronterizos como Chihuahua, Nuevo León y Tamaulipas, cayó la ocupación el año pasado hasta 40%, dijeron empresarios del sector.
Gobierno y empresarios mexicanos han lanzado campañas para atraer a visitantes y apoyos al sector, con el fin de trepar peldaños en la lista de las naciones más visitadas por turistas foráneos, en la que el país ocupa el décimo lugar.
Pero impactantes imágenes en prensa y televisión de tiroteos en sitios públicos y a plena luz del día que dejan inocentes muertos, así como habituales decapitaciones y ejecuciones en la frontera con Estados Unidos o en populares playas, siembran temor y dudas sobre visitar al populoso país.
Sin embargo, el Gobierno del presidente Felipe Calderón dice que la violencia no ha afectado directamente a ningún turista y que la mayoría regresa a su país tras disfrutar de unas vacaciones placenteras.
“Obviamente las noticias que oímos en Estados Unidos sobre seguridad en México tienen un impacto psicológico y afectan las decisiones que la gente puede tener con respecto al turismo”, dijo Carlos Pascual, embajador de Estados Unidos en México.
Estados Unidos, desde donde llega a México más de 60% de turistas extranjeros, pide a sus ciudadanos tomar precauciones al visitar el país, como viajar durante el día y transitar por carreteras de peaje, consideradas más seguras.
El consulado de Estados Unidos en Monterrey recomendó en septiembre a su personal sacar a sus hijos de la industrial ciudad, que ha registrado un dramático aumento de la violencia por las pugnas que trajo consigo la división de dos cárteles.
En Ciudad Juárez, fronteriza con El Paso, Texas, otrora destino popular de estadounidenses y ahora la más violenta del país, tres personas vinculadas con un consulado de Estados Unidos fueron asesinadas en marzo, lo que generó la indignación del presidente Barack Obama.
“Estas historias de la violencia son reales y son de horror y muchas personas buscan lugares alternativos cuando las escuchan”, dijo a Reuters Robert Reid, editor de la guía turística Lonely Planet.
Reid, que ha visitado México unas 15 veces y contribuido a guías turísticas sobre México y América Central, admitió que hay sitios que evitaría por ahora, como Ciudad Juárez o el popular balneario de Acapulco, en el Pacífico, donde la violencia llegó cerca de la zona turística.
PERCEPCIÓN DE RIESGO, CANCELACIONES
La violencia del narcotráfico en México -que tiene más de 11,000 kilómetros de costas y 30,000 sitios arqueológicos- ha dejado unos 34,000 muertos desde diciembre del 2006, cuando Calderón lanzó operativos contra cárteles.
El turismo aporta alrededor de 9% del Producto Interno Bruto (PIB) de México y el gasto de los visitantes extranjeros es la tercera fuente de divisas del país, después de las exportaciones petroleras y las remesas.
Mientras que cifras del Gobierno muestran en el 2010 un crecimiento de turistas extranjeros y en el ingreso de divisas a México, hoteleros afirman que la violencia ha hecho que se desplome la ocupación en ciudades azotadas por la violencia.
En algunas ciudades de estados fronterizos como Chihuahua, Nuevo León y Tamaulipas, cayó la ocupación el año pasado hasta 40%, dijeron empresarios del sector.
En la célebre Cancún, en la costa turquesa del Caribe mexicano de paradisíacas playas y arena blanca -playa por donde ingresan más divisas de turistas extranjeros-, no ocurren hechos de violencia graves, pero sólo la percepción del riesgo ha provocado la cancelación de reservaciones.
“Tenemos cancelaciones de reservas, especialmente del turismo que mejor paga porque es el más sensible a estos temas de inseguridad (…), cancelaciones de grupos y convenciones”, dijo Alejandro Zozaya, presidente de la cadena estadounidense AMResort que agrupa 30 hoteles en el Caribe.
A mediados de enero, reportes indicaron que tres líneas de cruceros terminarán o reducirán sus viajes a México desde el sur de California, incluido el lujoso Mariner of the Seas de Royal Caribbean Cruises Ltd, una tendencia que algunos en la industria atribuyen a la violencia.
“¿Violencia? No vemos violencia en Cancún. Tijuana es peligroso, no Cancún”, dijo Catherine Conrick, una retirada canadiense de 66 años que ha visitado el balneario caribeño en varias ocasiones. “En Montreal nos dicen ‘no vayan a México, los choferes son peligrosos'”, agregó.