Los emparedados, como dirían en el país del norte, el pequeño local tiene a disposición de sus clientes la primera línea de sándwiches con gin, whiskey y licor, entre otras bebidas espirituosas.
Por supuesto que está prohibida la venta de estos “paninis” a menores de 21, ya que el alcohol es agregado luego de la preparación de la comida, y no cocinado con ella, y por ende retiene todas las propiedades de la bebida.
En el menú de Salumé no está especificada la cantidad ni la gradación alcohólica de los emparedados, pero a nadie parece importarle. Y los precios varían entre 11 y 18 dólares, dependiendo de la bebida con que esté preparado.
Con el tiempo, van surgiendo extravagancias a la hora de ingerir alcohol, pero esta mezcla no podía más que tener lugar en la Nueva York, siempre vanguardista. En el comercio los clientes podrían llegar a embriagarse comiendo.