El encuentro tiene como propósito promover la cultura y el turismo de esa región del estado, y ha incluido en su programa lecturas, charlas sobre la obra del polígrafo, representaciones teatrales, conciertos y exposiciones de pintura.
También se realiza una caminata por este pueblo (que es ya clásica, luego de tantos años) , que lleva a conocer lugares que podrían ser los que inspiraron pasajes de los cuentos de “El llano en llamas” y la novela “Pedro Páramo” .
El festival busca promover la cultura y el turismo, dando a conocer sus atractivos naturales, historia, cultura y gastronomía, además de la importancia de seguir dando a conocer el gran legado de Rulfo, uno de los escritores más reconocidos del siglo XX oriundo de este municipio, donde nació justamente el 16 de mayo, pero de 1917.
Forjado en situaciones adversas, como la muerte de sus padres, en 1933 fracasó en su intento por ingresar a la Universidad de Guadalajara, a causa de una huelga en esta institución.
Ello determinó que viajara a la Ciudad de México, donde asistió como oyente al Colegio de San Ildefonso. Sus primeros trabajos los comenzó en 1934, al tiempo que colaboró en la Revista América, en donde publicó ‘Nos han dado la tierra’ (1945) y ‘Macario’.
Asimismo, escribió ‘La cuesta de las comadres’ (1948) , ‘Talpa’ (1950) y ‘El llano en llamas’ (1953) , publicado por el Fondo de Cultura Económica, en la colección Letras Mexicanas, y que reúne 17 cuentos.
Su faceta en el mundo cinematográfico abarcó la escritura de guiones que le solicitaron aclamados directores, como Emilio ‘El Indio’ Fernández, en 1956. Algunos de las escaletas las realizó con Juan José Arreola.
De esta forma, fueron rodadas para la pantalla grande ‘El despojo’, en 1960, y cuatro años más tarde ‘El gallo de oro’, dirigida por Roberto Gavaldón y adaptada al formato cinematográfico por Carlos Fuentes y el escritor colombiano Gabriel García Márquez.
Su formación abarcó no sólo el universo de la literatura o las artes visuales. También trabajó como archivista; agente de inmigración, de 1936 a 1946, agente viajero y fotógrafo.
De 1954 a 1957 fue colaborador de la Comisión del Papaloapan y editor en el Instituto Nacional Indigenista en la Ciudad de México.
Pero sin duda fue en la escritura, influenciada por el movimiento cristero, en donde tuvo una mayor proyección, al grado de que su máxima obra fue comentada por dos de los literatos más prominentes de las letras latinoamericanas, Jorge Luis Borges y Gabriel García Márquez, teniendo críticas a favor de ambos.
De su legado destacan ‘Diles que no me maten!’ (1955) , ‘Juan Rulfo’ (1980) , ‘Inframundo, el México de Juan Rulfo’ (1983) , ‘¿No oyes ladrar a los perros?’, ‘Los Cuadernos de Juan Rulfo’ (1994) y ‘Aire de las colinas’ (2000) .
Por su labor literaria, viajó y participó en varios encuentros internacionales y congresos, como el que se realizó en la Universidad de Varsovia, en 1974. Pisó tierras teutonas, Checoslovaquia, Austria y Francia, cuando formó parte de la comitiva presidencial.
Sus aportaciones a la literatura le valieron obtener el Premio ‘Xavier Villaurrutia’, en 1956, por su novela ‘Pedro Páramo’.
Fue ganador del Premio Nacional de Literatura por el gobierno federal de México, en 1970. Además ganó el Premio Príncipe de Asturias de España en 1983.
En 1976, fue elegido miembro de la Academia Mexicana de la Lengua, tomó posesión de la silla XXXV el 25 de septiembre de 1980.
El autor, quien perteneció a la corriente literaria conocida como ‘realismo mágico’, murió el 7 de enero de 1986, en la Ciudad de México.