“Una selva tan infinita…” reúne en las dos entregas 35 regias aproximaciones panorámicas de narradores, ensayistas y académicos, testimonios, ensayos literarios, estudios comparativos de características formales o temáticas entre diversas obras, así como rigurosos análisis autónomos sobre algunos autores.
Los participantes de esta obra han tendido a lo largo del tiempo una amplia red de significados críticos sobre las tendencias narrativas, las actitudes de grupo y las expresiones personales, los lugares de encuentro y los puntos de fuga entre los autores y las obras más representativos de la novela breve mexicana.
Ello, de acuerdo con los editores universitarios y los coeditores, la Fundación para las Letras Mexicanas (f,l,m), no constituye un fin, sino un principio, el de cobrar conciencia de lo mucho que falta por explorar en este territorio que se antoja al mismo tiempo selvático, intrincado y generoso, infinito y asequible.
La novela corta no corresponde con los escasos y esporádicos acercamientos de la crítica especializada y la divulgación periodística dentro y fuera del país. Salvo algunas obras generales y antologías, lo evidente es la ausencia de una visión de conjunto que explore en profundidad las características de las obras.
Pero que indague no sólo en sus características, también en su inserción en la historia, la crítica y la poética de este filón de la narrativa mexicana. Este par de obras, que es una sola selva tan infinita, incluye una introducción de lujo, a cargo del experto Gustavo Jiménez Aguirre, coordinador de todo el trabajo.
El resto son ensayos de Luis Arturo Ramos, Juan Villoro, Alvaro Enrigue, José Ricardo Chaves, Edith Negrín, Sara Poot Herrera, Hernán Lara Zavala y Federico Patán, entre otros autores. Asimismo, contiene un índice onomástico y una amplia bibliografía sobre el tema, lo que hace más agradable la lectura.