Así, ahorita, por que me lo indica el pensamiento, dibujemos en este instante, breves y diminutas letras y palabras, con las cuales tratamos, de manera insensata abarcar esta realidad falsa, ilusoria, inducida por los sentidos, pero que intuimos formada por multiplesuniversos [eso sí] inmensos, inconmensurables, hechos de infinita eternidad, dentro de la cual de manera interactuamos y en cuya parcela diminuta navegamos, cual nigromantes revoltosos.
De entrada digamos, enunciemos y sostengamos que:
Lo absurdo existe,
y lo vivimos, sintiendo su paso de Goliat
que conquista, coloniza nuestras vidas.
Y por ello nos asaltan estas cuestiones:
Qué sentido tiene la vida?
Qué es la vida, qué es ella
ese nuestro vivir
que ese eso que la puede hacer digno de ello.
Acaso el amor?
Acaso el odio?
Dime cielo alumbrado por los mil soles del porvenir?
Acaso sin dignidad puede haber una posibilidad de liberación?
Acaso es posible morir por una idea, un ideal,
un argumento verdadero que sostenga la dignidad humana?
Y ello será bastante, suficiente, para arriesgar la vida?
Cuestiones [no obstante] que nos inquietan, y a veces
brindarnos ese sabor agridulce de la vida.
Este estado de Inquietud profunda, constante
nos indican la imposibilidad humana de no cuestionarse
sobre las complejas y paradójicas “realidades”
que se conjugan en el Todo de la existencia Eterna.
Imposible no cuestionarnos.
Nuestro diseño condicionado nos impulsa a la insensatez
de seguir navegando en el mundo, en esta dimensión
de la carne y sangre mortal.
Qué sería la vida sin ellas, las contradiciones impías….