Minerva Castillo, candidata del PRI a la Diputación Federal por el Sexto Distrito, es una mujer en la que la movilidad social y las libertades políticas se personifican de modo tangible. Es una notable chihuahuense cuyo esfuerzo la ha hecho salir adelante en la vida, no obstante sus modestos orígenes. Hija de maestros y nacida en el mineral de San Antonio “El Grande”, del Municipio de Aquiles Serdán, luchó con disciplina y denuedo para convertirse en Contadora Pública y Licenciada en Administración de Empresas, por la Universidad Autónoma de Chihuahua. Desde su juventud estudiantil comenzó a forjarse un camino en el ámbito de la administración y del servicio público.
Al amparo de los tiempos democráticos que hoy se viven el Partido Revolucionario Institucional en los recientes años ha brindado a muchas mujeres como Minerva Castillo la ocasión de demostrar en la esfera política su vocación social y talento. Hoy como candidata Minerva finca su oferta electoral en cuatro ejes, enmarcados en la imprescindible corresponsabilidad que gobierno y sociedad deben tener para restituir al país la paz, el desarrollo y las oportunidades que todos anhelamos.
La primera propuesta que Minerva Castillo plantea es el Fortalecimiento de la Familia y los Valores mediante la coparticipación de todas las familias a través de la consolidación de los principios fundamentales en sus miembros, principalmente en los menores. Es evidente la importancia de este aspecto abordado por la candidata, pues el desmoronamiento de los cimientos morales que hoy lacera a la sociedad revela la imperiosa necesidad de restablecer el tejido social para devolver la rectitud al desempeño de la conducta individual y lograr la armonía colectiva. Para alcanzar tal expectativa la aspirante tricolor ha externado su interés por modificar desde la Cámara de Diputados las leyes vigentes en materia de desarrollo y asistencia social, con el propósito de incrementar los presupuestos y mejorar las políticas del ramo, que conduzcan hacia una atención eficaz de la aguda problemática social que hoy la nación padece.
La crítica condición económica que enfrentan millones de familias mexicanas es un punto obligado a tratar por todo actor político que aspire a representar los intereses de un electorado que cada día se ve más angustiado por la falta de fuentes de trabajo y la insuficiencia de recursos para la satisfacción de sus necesidades básicas. Hay que reconocer que en este renglón, con realismo y sensibilidad social la abanderada priísta esboza el tema de Economía Familiar, rubro crecientemente importante por el impacto que en el país en general y al interior de las familias en lo particular han causado, entre otros factores internos, el desempleo y la inseguridad reinantes. En concreto propone ciertas medidas de apoyo como la incentivación de la inversión y la atracción de empresas locales, nacionales y extranjeras, así como la promoción ante los empresarios de los diversos sectores productivos de una cultura del empleo de personas adultas mayores y jóvenes profesionistas recién egresados. Sin descuidar desde luego la búsqueda de las grandes reformas que en materia fiscal México necesita para detonar su desarrollo y crecimiento económico.
Las contingencias ambientales y climáticas también son motivo de la propuesta política que Minerva Castillo enarbola en su búsqueda de la diputación federal por el VI Distrito. La consecución de mayores recursos económicos para auxiliar a los productores agropecuarios y forestales es una preocupación que pretende llevar al Congreso de la Unión, a fin de blindar a Chihuahua contra los efectos de estos recurrentes fenómenos.
Además la candidata priísta contempla en su plataforma política a la educación, pivote central de toda posibilidad de desarrollo personal o colectivo. Por ello se ha echado a cuestas el proyecto de impulsar reformas sustanciales en la ley de educación, que permitan modificar el esquema de impartición de la enseñanza y recuperar el respeto a los símbolos patrios, así como los sentimientos de identidad y orgullo nacional.
La experiencia, la capacidad y el carisma de Minerva Castillo la perfilan para ganar la lección del 1 de Julio. Ella encarna el modelo de la actual mujer mexicana a la que las transformaciones sociales y políticas experimentadas por México en la segunda mitad del siglo XX colocaron en la ruta de la autonomía y el desarrollo personal, es la expresión personificada de que la equidad de género y la movilidad social femenina son hoy una realidad en este país.
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