El año 2012 representa para los gobernadores fuertes del PRI la oportunidad de influir en el acomodo de piezas en los poderes ejecutivo –Presidencia de la República- y legislativo -cámaras de diputados y senadores-. Los mandatarios estatales que carezcan de influencia, proyección y liderazgo nacional suficientes solo serán testigos convalidatorios de las decisiones que el CEN priísta tome al momento de las designaciones de candidaturas, o de la determinación del proceso de selección de candidatos.
Independientemente del método que el PRI adopte para la nominación de abanderados al Senado y la Cámara de Diputados, el Gobernador de Chihuahua, César Duarte, es quizá el más influyente de los mandatarios estatales emanados del PRI, lo que lo posiciona como protagonista en los acuerdos que el tricolor concretará durante los siguientes meses a fin de estructurar el andamiaje necesario para la recuperación de la Presidencia de la República y la conservación de la hegemonía en la Cámara de Diputados y el Senado.
Bajo tal tesitura César Duarte tiene ahora no solo la responsabilidad de mantener un contacto y atención permanentes hacia la dirigencia nacional del PRI y sus directrices, sino además debe dar comienzo al análisis sereno y minucioso de sus mujeres y hombres con nivel para dar la batalla electoral en el proceso venidero. Para ello tendrá que revisar sus perfiles, características y atributos personales, con el propósito de permitir que su partido arme las fórmulas que garanticen el mejor de los resultados posibles, ya que se acerca el momento del repaso final y la integración de las listas que serán ratificadas por la dirigencia priísta, por los consejeros políticos o por la militancia.
Sin embargo no todas las fichas del ajedrez político duartista se hallan en el mismo tablero, es decir, algunos de los candidateables se sitúan dentro y otros fuera del poder ejecutivo, pero todos se hallan inexorablemente vinculados al hombre fuerte de Chihuahua.
Entre los personajes políticos pertenecientes al equipo de gobierno del titular del Poder Ejecutivo del Estado, y que cuentan con posibilidades de acceder a la candidatura a un puesto de elección popular, por sus antecedentes y/o por sus aspiraciones, figuran: Graciela Ortiz González, Secretaria General de Gobierno; Mario Tarango Ramírez, Coordinador de Políticas Públicas; Cristián Rodallegas Hinojosa, Secretario de Hacienda; Juan Ramón Flores Gutiérrez, Coordinador de Comunicación Social; Rafael Servando Portillo, Secretario de Desarrollo Urbano y Ecología; Miguel Ángel González García, Secretario del Despacho del Ejecutivo; Kamel Athié Flores, Coordinador de Asesores; Carlos Carrera Robles, Coordinador de Proyectos Especiales de Desarrollo Urbano; Jesús Velázquez Rodríguez, titular de Coordinadora Estatal de la Tarahumara; y Karina Velázquez Ramírez, Coordinadora del Programa “Chihuahua Vive”.
En el equipo externo al gabinete sobresalen en primer lugar, y como precandidatos naturales al Senado de la República, los exgobernadores Patricio Martínez García y Reyes Baeza Terrazas; luego aparecen en un bloque de políticos no menos importante Leonel De la Rosa Carrera, dirigente estatal del PRI; Adriana Fuentes Téllez, Secretaria General del partido; Marcelo González Tachiquín, exsecretario del Despacho del Ejecutivo, y recién nombrado Presidente de la Fundación Colosio en el Estado; también son fieles operadores del gobernador Duarte los diputados locales Enrique Serrano Escobar y David Balderrama, el primero de ellos actual coordinador de la fracción priísta en el Congreso del Estado; y el segundo, exdirigente estatal de la CNC. Asimismo los funcionarios del Poder Legislatico, encargados de la política parlamentaria y las finanzas, respectivamente, Benjamín Palacios Perches y Rodolfo Torres Medina, son dos conocidos y carismáticos políticos cuya lealtad y cercanía con el mandatario chihuahuense los podría insertar en la contienda electoral del año entrante; e igualmente Abraham Montes, actual líder estatal de la CNC, es otro de los actores en quien César Duarte tiene gran confianza.
Así pues, es innegable que en las vísperas del 2012 el posicionamiento nacional y el equipo humano del gobernador César Duarte constituyen su fortaleza y su artillería política, fundamentales para que en Chihuahua el PRI cumpla las expectativas electorales que le encomienden el líder nacional, Humberto Moreira; y el virtual candidato presidencial, Enrique Peña Nieto.
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