Después de haber tenido la oportunidad de escuchar y evaluar a quienes encabezan las candidaturas de todos los partidos que participan en esta contienda electoral para la presidencia de la República, seguro estoy que la gran mayoría de los ciudadanos, realizaremos una valoración contrastada con nuestros intereses como personas, como integrantes de una familia, como sociedad, y particularmente como personas que vivimos en este gran estado que es Chihuahua.
El actual gobierno de Felipe Calderón, ha reflejado un total desinterés por el desarrollo social, por la evidente incapacidad de quienes han colaborado con él en su gabinete; el problema no es el presidente, sino quien lo ha acompañado a lo largo de toda su administración.
La falta de un equipo íntegro, con una vocación de servicio, capacidad y con espíritu fuerte para enfrentar los grandes problemas nacionales, definieron el segundo gobierno panista, que evidentemente ha sido mejor que el primero, que fue por momentos gobernado por una mujer, ciertamente enferma, por el mismo poder.
El interés personal y de grupo por encima del interés nacional, fueron sus primeros visos de personalidad que se advirtieron con el malogrado Juan Camilo Mouriño, con Gustavo Madero, con Javier Lozano, con Gómez Mont, con Genaro García Luna, con Josefina Vázquez Mota, entre otros.
Ciertamente que también estuvieron integrados personajes importantes que destacaron por su profesionalismo, como la actual secretaria de Turismo Gloria Guevara Manzo, pero desafortunadamente fueron los menos.
Felipe Calderón al momento de recibir el Gobierno de la República, y darse cuenta del cochinero que dejó la familia Fox, hizo alianza con las fuerzas armadas, porque de no hacerlo, se le podría haber venido el mundo encima, y se corría un riesgo muy grande de que se presentara un golpe de Estado.
En algún momento de nuestra formación como personas; en nuestra juventud, considero que todos hemos sido contrarios al sistema de gobierno que teníamos; fuimos señalados como de izquierda, y ese dato ha quedado incrustado en el inconsciente colectivo y a veces, resurge como un reflejo ante la gravedad de lo que pasa en nuestro entorno.
Desgraciadamente, no comulgamos con quien encabeza la izquierda mexicana; su conducta mesiánica y sus dotes histriónicos de negar la verdad cuando no le conviene y tomar actitudes de artista divo en retiro, no creo que le pueda convenir al país.
Lo contrastante de esta afirmación, está en la integración del equipo que invitó para que conformaran su lista de secretarios, pero lo que le faltó es nombrar a su gabinete ampliado, donde se correría el riesgo de que el prototipo de la corrupción gubernamental, quedara integrado.
Siempre he sido por mi buena estrella con todas damas caballero, pero pienso que su buena intención de servir a México, quedaría zanjada por el arribo de personajes de gran peso político y económico, que terminarían por comerle el mandado, precisamente por carecer de un equipo, donde prive el interés nacional por el personal, de equipo y aún el partidista.
Necesitamos que llegue a la presidencia de la República, quien tenga un gran compromiso con Chihuahua, que sepa de las grandes necesidades que tenemos, de la falta de apoyos institucionales para salir adelante, que pueda entender que el desarrollo para el país no vendrá exclusivamente del sur; que tenga interés por la gente pobre, por los que menos tienen y más necesitan, que integre su equipo de trabajo con políticos de carrera, de voluntad férrea, con vocación de servicio, experiencia demostrada y resultados a la vista.
Afortunadamente en México se cuenta con una gran cantidad de personajes de esta estatura, y muchos de ellos han tenido la oportunidad de gobernar en sus estados, porque no todos los gobernadores se pueden señalar como cómplices del crimen; existen unos malos y otros peores, pero la experiencia social que se abreva no se compara con otros políticos que sólo han recorrido las cámaras sin tener jamás una formación de contacto social y responsabilidad administrativa que les permita entender en carne propia que hay ocasiones en las que se ordena que se hagan las obras que se deban, aunque se deban las obras que se hacen.
En cuanto a los legisladores, no hace mucho algunos colegas asociados, tuvimos la oportunidad de dialogar con un conocido parlamentario, a quien le doy un peso específico igual al de Fernández Noroña; los dos son protagónicos, buenos tribunos, excelentes oradores y tienen además el ingrediente que les hace falta a los que toman la tribuna: pasión.
Tuve la oportunidad de comentar que Chihuahua requiere de la lealtad de los legisladores hacia las personas que radican en la Entidad; si los Senadores representan al Estado, pues que defiendan el tratado de aguas con los Estados Unidos, el cierre pernicioso de la petroquímica de Camargo, donde cientos de trabajadores sindicalizados de PEMEX cobran puntualmente, sin hacer literalmente NADA, que se comprometan a ampliar el techo financiero del Estado y en gestiones que tienen que ver con el desarrollo integral de la entidad, pues de que se solidaricen con el jefe político del Estado.
Resulta incongruente que tomen banderas a nivel nacional, que les permite ocupar los espacios principales de los medios de comunicación, pero no hacen absolutamente nada a favor de quien los llevó a las cámaras; en el caso de los diputados, bien nos convendría tener un rumbo claro en los próximos años para que podamos ser testigos del desarrollo tan ansiado que esperamos se convierta en realidad; México lo espera y en Chihuahua lo exigimos (aime19_4@yahoo.com.mx)