Interregno: la novedad mexicana; la fractura chihuahuense

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 “Reconocer que la penúltima de las fronteras que nos queda por transgredir está más cerca de la vastedad del horizonte, léase EU o China. Entender que esa frontera virgen se localiza en el centro y sur del país —Mesoamérica—, e incluso más al Sur. De este modo, la refundación de Chihuahua oscila entre los parámetros de una reforma cultural y la recuperación de la soberanía frente al crimen organizado y otras amenazas, y en ese proceso revolucionar las capacidades humanas denominadas competencias, talento y creatividad.”

Así reza el punto final introductorio a mi ensayo: “El Sector Terciario y la Economía del Conocimiento”. Es, asimismo, la salvedad frente al despropósito panista que en 12 años abandonaron la fidelidad de una política exterior mexicana del más alto prestigio. Y con todo convencimiento, una disposición histórica que ni la izquierda detenta y mucho menos critica: la extraordinaria ‘salvedad’ de nuestra esencia nacional: la defensa y posicionamiento de los ideales y propósitos de México ante el mundo.

“… que empecemos por reconocer cuánta es nuestra desventaja frente a otras regiones. De entrada, resolver el paradigma de chihuahuense escindido, el ilusorio orgullo con el cual soslayamos atavismos y dejamos en segundo plano que somos mexicanos…”

Advertencia con la que remarco la obviedad del estratega nacional —Enrique Peña Nieto—, que con lucidez ha apostado por Centro y Sudamérica, y no lo improductivo, falaz y vacuo camino hacia el Oriente, pues son estos últimos quienes otean hacia nuestro territorio, quienes ambicionan los negocios en este lado del Continente, dada nuestra colindancia con la primera potencia y el mercado mayor del mundo, más aún con el colapso de la Comunidad Europea.

En el ínterin subyace este interregno, valga la redundancia. Los círculos a veces son de utilidad, diría Perogrullo, con la ‘salvedad’ o, peor, desgracia, de que Chihuahua capital descendió en cuatro años del ranking segundo o tercero en competitividad entre las ciudades mexicanas, al No. 21, y que Ciudad Juárez ocupa el 68 lugar, después de estar entre las 10 primeras.

Veamos si no: en calidad educativa, el porcentaje de alumnos buenos y excelentes en matemáticas, nivel básico, es de 22 en la ciudad de Chihuahua; Monterrey, 33. La productividad laboral [PIB/PEA] es de 374.8 millones de pesos; Monterrey, 580.5 millones. Inversión Extranjera Directa [pesos per cápita]: 29; Monterrey, 18,055. [Cifras del Instituto Mexicano para la Competitividad: “Índice de Competitividad Urbana 2012”].

¿Es por naturaleza (des) cerebral, cuantía de materia gris o carencia de imaginación?, que el promedio o medianía se vanaglorie de la explotación ganadera y de la minería, cuando la riqueza de las naciones deriva del usufructo del conocimiento, el uso de los talentos, la creatividad y el ingenio.

Será que, ¿los regios son más inteligentes que nosotros? La gente de Peña Nieto, ¿más avezada, osada, audaz que los colegas que asesoran a nuestros gobernantes? 

Meras disquisiciones en el confinamiento de este interregno…

 

Chihuahua, Chih., septiembre 18, 2012.

 

 

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