Por lo que respecta a Chihuahua, el enlace personal del presidente Peña Nieto con el gobernador Duarte será Pedro Joaquín Coldwell, experimentado ex–senador de la república, ex-gobernador de Quintana Roo, ex-dirigente nacional del PRI y actual Secretario de Energía. El compromiso, la experiencia y el oficio político constituirán los ejes principales de la relación Coldwell-Duarte, pues ambos actores tienen en común su cercanía con el jefe de las instituciones del país, así como una reconocida trayectoria en la arena electoral y en el servicio público. Aunque por su estrecho vínculo con el Presidente de la República, al gobernador César Duarte no le resulta difícil sostener encuentros frecuentes con él o con los integrantes de su gabinete para el acuerdo de los asuntos relevantes de Chihuahua, otros gobernadores no pueden decir lo mismo, y en condiciones normales, debido al vertiginoso ritmo de la tarea presidencial podrían tardar meses en generar una entrevista con el presidente o incluso con algún miembro del gabinete para formular un determinado planteamiento; por tal motivo es significativa la inédita delegación de encomiendas y funciones por parte de Peña Nieto a sus subordinados inmediatos, lo que permitirá dinamizar el tratamiento y solución de las problemáticas estatales, al apoyarse el presidente en la colaboración que le brindarán sus secretarios mediante la auscultación de necesidades y demandas locales que estos recogerán y someterán a su consideración cada vez que efectúen giras de trabajo en las entidades cuya atención y seguimiento les han sido encargados.
Este novedoso mecanismo mediante el que Enrique Peña Nieto ha decidido ejercer su mandato constitucional revela la disposición del mandatario para optimizar el desempeño de sus propias capacidades y las de su equipo de gobierno. Asimismo representa un acto de sensatez política y un reconocimiento tácito de lo imperioso que resulta implementar nuevos esquemas que eviten que la saturación de la doble agenda de trabajo internacional y nacional que el presidente de México inexorablemente debe atender en su bilateral carácter de Jefe del Estado y del Gobierno mexicano, provoque la demora o la detención en la marcha de los asuntos más importantes de la federación en su totalidad, así como de cada uno de sus estados.
El presidente Peña Nieto es un abogado que conoce a la perfección las directrices jurídicas y la estructura organizacional que para regular el funcionamiento del gobierno se hallan establecidas en la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos. Ante la dimensión de los deberes constitucionales que en virtud de su alta investidura le han sido asignados, el Presidente de la República lejos de sucumbir a la tentación de transitar por los viejos paradigmas de un pasado en el que el jefe del ejecutivo atraía para sí todos los reflectores, ha optado por imprimir a su ejercicio gubernamental una innovación y dinamismo inusitados, que no solo pondrán de manera ininterrumpida en el escaparate a sus secretarios sino que también harán posible que el gobierno federal brinde una respuesta más pronta y eficaz a los estados federados.
Comentarios o sugerencias: carlosjaramillovela@yahoo.com.mx