El ferrocarril Chihuahua al Pacífico es una empresa icónica, representativa de la majestuosidad de la obra de ingeniería ferroviaria y de la belleza de la Sierra Tarahumara. Con décadas de operación, y 19 años de haberse privatizado, sigue siendo un emblemático servicio turístico que ha proyectado el nombre de Chihuahua, en México y el mundo. De los 653 kilómetros que integran el recorrido del tren desde la capital de Chihuahua hasta la ciudad de Los Mochis, Sinaloa, 533 corresponden a territorio chihuahuense, a lo cual se debe el arraigo que este coloso de acero ha tenido para posicionar la imagen de Chihuahua.

 

 

 

Sin duda el fenómeno delictivo y la consecuente elevación de los índices de inseguridad que han golpeado fuertemente al norte de México, y particularmente a Chihuahua, son una de las principales razones que explican el descenso del flujo de turistas nacionales y extranjeros en el tren Ch-P y en la Sierra Tarahumara. Aunque es evidente el perjudicial efecto sufrido por la industria turística chihuahuense debido al severo problema de descomposición social, reflejado en la delincuencia y la inseguridad, ha comenzado a notarse una mejoría en la captación de visitantes extranjeros que viajan en el ferrocarril para realizar el trayecto por la serranía chihuahuense y sus también mundialmente conocidas Barrancas del Cobre.

Pese a dicha problemática delincuencial, en los recientes años se ha incrementado la plusvalía de la zona serrana de las Barrancas del Cobre, en virtud del Teleférico y la Tirolesa que desde el año 2012 entraron en funcionamiento, para convertirse en un atractivo adicional que se suma al seductor encanto del imponente paisaje natural, la variada oferta de infraestructura hotelera, y los pueblos legendarios de las montañas tarahumaras. El porvenir es aún más promisorio si se considera que en breve estará funcionando el aeropuerto de Creel, mismo que bajo la iniciativa del gobernador César Duarte Jáquez construye el Gobierno del Estado de Chihuahua, pues tal destino aéreo será la obra culminante que terminará por detonar el desarrollo de la infraestructura turística y comercial de esa maravilla natural que ha dado orgullo y renombre mundial a Chihuahua.

Desde que el ferrocarril y la concesión para su explotación comercial fueron adquiridos por la empresa Ferromex, los ejecutivos del consorcio particular han hecho un esfuerzo constante, cuyos positivos resultados se reflejan en la ampliación y diversificación del servicio, así como en el mejoramiento de su calidad, lo que ha ido acompañado del relanzamiento nacional e internacional de la marca Ch-P, dando por resultado el aumento de la derrama económica y la generación de mayor número de empleos, tanto por parte de esta concesionaria de transporte de pasajeros y carga, como por las empresas prestadoras de servicios turísticos, asentadas en la alta Tarahumara

Chihuahua tiene un gran potencial turístico. La diversidad y majestuosidad de sus paisajes, así como su riqueza cultural e histórica, la convierten en una región interesante tanto para el turismo ecológico, cultural y recreativo, como para la inversión en dichos rubros. El promisorio panorama que ofrece la región serrana de la entidad es uno de los nichos de oportunidad, y a la vez fortaleza económica, que los gobiernos federal y local han empezado a vislumbrar y atender, para sentar las bases del gran proyecto destinado a transformar en polo de desarrollo económico y social a la Sierra Tarahumara, una de las grandes macrorregiones que ha dado renombre internacional a Chihuahua.

Comentarios o sugerencias: carlosjaramillovela@yahoo.com.mx  

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