El estallido en PEMEX… asunto estratégico

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La lectura que deja tal siniestro nos lleva del sobresalto a la angustia, ante el temor de que incidentes como este puedan ser producto de maquinaciones delictivas y se vuelvan frecuentes, pues los atentados de gran escala contra la población civil y la infraestructura pública o privada son una amenaza para la convivencia social y el desarrollo económico de cualquier país. Este trágico hecho ha venido a implicar que hoy el estado mexicano incorpore en la agenda nacional otras dos prioridades e ineludibles retos: uno de ellos es el esclarecimiento del suceso, y el otro consiste en la instauración de un nuevo esquema de seguridad mediante el que de manera permanente se garantice a largo plazo la salvaguarda de la integridad física de las personas, así como de la infraestructura pública, los edificios gubernamentales y los espacios de uso comunitario en los que de modo cotidiano se registran concentraciones importantes de ciudadanos.

El aviso ha sido dado. Desde la tarde del jueves 31 de Enero la Secretaría de Gobernación, la Procuraduría General de la República, El Ejército, la Policía Federal, y las demás instituciones integrantes del Gabinete de Seguridad Nacional se hallan en guardia permanente, tanto para realizar las pesquisas inherentes al deplorable caso como con el fin de fortalecer las medidas de prevención y seguridad que permitan evitar la ocurrencia de otros eventos de esta índole, cuyo saldo se traduce en luto y dolor para decenas de familiares de las víctimas y para la sociedad entera, así como en cuantiosas pérdidas económicas para el país, y menoscabo de la imagen nacional en el extranjero.

No podemos subestimar ni ser omisos ante lo ocurrido en la Torre de PEMEX. Mucho menos ahora, cuando en virtud de la estabilidad macroeconómica y política de México soplan a nuestro favor vientos alentadores, confirmados mediante las positivas declaraciones del Foro Económico Internacional de Davos, Suiza; así como del Fondo Monetario Internacional, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico, la Organización Mundial del Comercio y la opinión de destacados expertos financieros internacionales, que vaticinan el surgimiento de nuestro país como una potencia emergente dentro de los próximos 10 o 15 años, catalogándolo hoy como uno de los destinos más promisorios para la inversión y el crecimiento económico. El funesto estallido del edificio de PEMEX es mucho más que una nota periodística de ocho columnas, su magnitud y trascendencia, así como la venturosa coyuntura por la que atraviesa México, convierten a dicho asunto en un tema a considerar con especial atención en las estrategias de seguridad nacional y de política económica del gobierno del Presidente Enrique Peña Nieto.

Comentarios o sugerencias: carlosjaramillovela@yahoo.com.mx

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