Hasta 2010 sólo 1.3 millones de mexicanos de más de 65 años de edad, 17.3 por ciento, cubría todas sus necesidades, ya que el resto (más de 80 por ciento) estaba en algún grado de pobreza o con carencias.
En total, 45.7 por ciento de estos adultos (3.5 millones) vivían en pobreza extrema y moderada, según el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval).
Difícilmente una persona que no tiene garantizado el derecho al trabajo puede acceder a una canasta sana, completa y variada de alimentos y a servicios de salud de calidad, o atender la serie de gastos colaterales de la educación, señala en el informe El trabajo en México: una perspectiva desde los derechos humanos.
Detalla que si bien hace 12 años en el país habitaban unos 6.9 millones de personas mayores de 60 años (el estudio hace sus análisis a partir de este nivel de edad), en 2010 la cifra llegó a 9.8 millones. “Esta tendencia continuará, por lo menos, hasta el año 2050, cuando dicho sector poblacional llegue a 36.2 millones”.
Se espera, agrega, un aumento absoluto de la población adulta mayor y un incremento en la expectativa de vida que “impone diferentes presiones y retos al sistema de pensiones y, en general, al mercado de trabajo en su conjunto”.
Refiere que en “un escenario adverso y de baja calidad del empleo, las personas no alcanzarán a ahorrar lo suficiente para tener un nivel de vida adecuado fuera del mercado laboral –incluso, en ese escenario negativo, pero probable, algunas de las que trabajan nunca lo habrán alcanzado– y por tanto se verán forzadas a extender su permanencia en éste”.
En el caso de adultos mayores “subyace la hipótesis de que una parte considerable de esa fracción que desea trabajar puede verse afectada por diversos escenarios de exclusión laboral o discriminación”. Entre 2005 y 2010 una de cada cinco personas mayores de 60 años, en promedio, “se encuentra en situación de condición crítica de ocupación, misma que se agrava para las edades más avanzadas”.
Indica que si se toma como criterio que una persona de 40 a 49 años gana 100 pesos por hora, en términos relativos, una mayor de 60 años ganaba 80 pesos al inicio de 2005; para 2010 la relación se mantiene aproximadamente en la misma magnitud.
Para los adultos mayores “hay una mayor colocación en empleos de baja calidad”, señala. Para que el derecho al trabajo se realice deben cumplirse cuatro condiciones: acceso, disponibilidad, calidad y aceptabilidad. Como se muestra en este documento, el acceso al empleo dista mucho de ser el que el país requiere, concluye.
La Jornada