Con dicho encuentro de la élite política de México, en el que Mario López Valdez, mandatario de Sinaloa, asumió la Presidencia de la CONAGO, para relevar al gobernador Duarte, este último concluyó su destacada participación al frente de la influyente agrupación, y ratificó una vez más su habilidad como operador político y sus sólidos vínculos con el Presidente Peña Nieto. Hoy en día César Duarte goza del prestigio que le otorga el ser considerado por sus homólogos gobernadores emanados de diversos partidos como un político que además de ser uno de los hombres cercanos al Jefe del Estado mexicano cuenta con una natural destreza para el logro de consensos, la realización de acciones y la obtención de resultados. Miguel Ángel Mancera, Jefe de Gobierno del Distrito Federal; y el mismo Mario López Valdez, Gobernador del Estado de Sinaloa, han reconocido públicamente el liderazgo y desempeño demostrados por Duarte a su paso por la CONAGO.
No fue casual ni gratuito el arribo del gobernador Duarte a la titularidad de la Conferencia Nacional de Gobernadores, como tampoco es posible catalogar de graciosa concesión la visita hecha en Diciembre de 2012 a Chihuahua por el presidente Enrique Peña Nieto, para anunciar la designación de esta entidad como cabecera de una de las cinco regiones en que se dividirá el territorio de la República para el despliegue de las acciones que el Gobierno Federal emprenderá en materia de seguridad pública y combate al delito. Asimismo deja importantes lecturas el hecho de que el Presidente Peña haya venido a Chihuahua a atestiguar el cambio de mesa directiva de la CONAGO, pues si bien es cierto que ello revela el afán incluyente y democrático que anima al titular del Poder Ejecutivo Federal para sostener una franca relación con todos los gobernadores del país, su asistencia al protocolario encuentro también refrenda el apoyo político y moral que desde tiempo atrás ha venido brindando a su amigo el gobernador César Duarte Jáquez.
Por su parte el gobernador Duarte ha sabido ser oportuno y certero en las decisiones tomadas durante su administración, ya que dos años atrás, desde su arribo al cargo, implementó drásticas y eficaces medidas legales y administrativas destinadas al abatimiento de la inseguridad pública y la criminalidad, ganando con ello la aprobación y el reconocimiento de la sociedad chihuahuense y de la opinión pública nacional, así como la adopción de tales medidas por parte de otros mandatarios. De igual modo César Duarte ha sido congruente con las políticas públicas del actual Gobierno Federal, pues en concordancia con el espíritu de la estrategia que el Presidente Peña Nieto ha instaurado para la disminución del gasto corriente y la optimización del ejercicio de los recursos financieros, el gobernador inició en Chihuahua un programa de austeridad en el gasto público de las dependencias y entidades de la administración pública estatal. De la misma manera, y en total sintonía con la política social de Peña Nieto, la enfática postura que César Duarte ha venido sosteniendo para insistir en la necesidad de aplicar políticas públicas que permitan rescatar del rezago socioeconómico y cultural a miles de mexicanos y chihuahuenses que aún viven en condiciones de marginación y pobreza, le permitió al gobernador Duarte situarse el fin de semana anterior como el primer mandatario local en firmar con Rosario Robles, Secretaria de Desarrollo Social, el Acuerdo Integral para el Desarrollo Social Incluyente, para emprender la Cruzada contra el Hambre, durante la visita efectuada por la funcionaria federal a la Sierra Tarahumara de Chihuahua.
El reconocimiento a la labor de César Duarte al frente de la entidad y de la CONAGO es general y sus resultados son palpables. El gobernador de Chihuahua ha entregado en inmejorables condiciones la presidencia de ese importante organismo político: rindiendo buenas cuentas y con la aceptación indiscutible del Presidente de la República y los Gobernadores.
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