“Que hayamos podido apenas en unos meses concretar la primera obra hidráulica en el estado, este es el inicio de la gran obra que requiere Chihuahua y que beneficiará sin duda a todo el estado”, expresó Duarte Jáquez.
Agradeció al titular nacional de Conagua, José Luis Luege Camargo, por el apoyo y empatía con Chihuahua para apoyar la construcción de esta presa, que marca un parteaguas en trato que la federación ha dado a Chihuahua para apoyar proyectos hidráulicos.
Agregó que tratar el tema hidráulico no es simple, que los rezagos en el país son enormes y en Chihuahua son más, ya que nuestra entidad exporta el 80 por ciento de del agua que le llueve y cumple un pacto solidario con Sinaloa, Sonora, Baja California, entre otros estados del país.
Enfatizó la capacidad de los productores en Chihuahua, ya que de 500 mil hectáreas de riego sólo 150 mil son de agua rodada, situación que obliga a pagar electricidad o diesel para regar y perforar profundamente el subsuelo para regar las restantes; “qué sería si tuviésemos presas que nos dieran la oportunidad de crecer en la ganadería, agricultura y otras actividades productivas”, acotó.
Puntualizó que San Ignacio es 2 mil 800 veces menor que La Boquilla, inaugurada hace más de 100 años, y sin embargo su construcción es trascendental para detonar el potencial productivo de la región sur del estado de Chihuahua.
En su turno, el Secretario de Comunicaciones y Obras Públicas, Javier Garfio Pacheco, detalló que la presa San Ignacio es singular porque es la definición de una de 15 que se harán en el estado.
Asimismo, sus aguas pueden ser utilizadas para regar 100 hectáreas de cultivo río abajo, así como para dotar de agua potable a algunos poblados de la región.
Las otras presas que se tiene programado construir durante el sexenio son: Bellavista en el Municipio de Chihuahua, cuya capacidad estimada es de 20 millones de metros cúbicos y será destinada para riego y recarga de acuíferos.
Majalca también en el Municipio de Chihuahua, con capacidad de 5 millones de metros cúbicos ubicada sobre el cauce del río Santa Isabel, y servirá para riego, control de avenidas y agua potable.
Los Sauces en el Municipio de Chihuahua, a construirse sobre el cauce del Arroyo del Vallecillo, con capacidad de 10 millones de metros cúbicos y destinada a riego y almacenamiento de agua potable.
Maguarichi en el municipio del mismo nombre, con capacidad de 1 millón de metros cúbicos y destinada a riego, control de avenidas y agua potable. La Coyota en el Municipio de Guerrero, cuya capacidad será de 50 millones de metros cúbicos y destinada a riego, control de incendios y agua potable.
Cahuirare en los límites de los Municipios de Bocoyna y Urique, cuya capacidad será de 6.5 millones de metros cúbicos y servirá para riego, control de incendios y agua potable, en beneficio de 5 mil habitantes de la región. La Lobera en el Municipio de Belisario Domínguez, con capacidad estimada de 3 millones de metros cúbicos.
El Peguis en el Municipio de Ojinaga, ubicada sobre el cauce del río Conchos y con capacidad de 50 millones de metros cúbicos, destinada a riego pero principalmente al control de avenidas. San Carlos en Manuel Benavides, con capacidad de 8 millones de metros cúbicos destinada a riego, control de avenidas y agua potable.
Balleza ubicada en el Municipio del mismo nombre, con capacidad de 1millon de metros cúbicos, y destinada a riego, control de avenidas y agua potable. Turuachi en el Municipio de Guadalupe y Calvo, con capacidad de 10 millones de metros cúbicos y destinada riego, control de incendios y agua potable.
A su vez el alcalde de Matamoros, Buenaventura Chávez, resaltó la capacidad de gestión del gobernador Duarte Jáquez para conseguir el apoyo del Gobierno Federal para la construcción de la presa San Ignacio.
El delgado estatal de Conagua, Sergio Cano Fonseca, hizo lo propio y resaltó la importancia de una relación armónica entre el Gobierno de Chihuahua y el Gobierno de la República para lograr obras como la presa San Ignacio que hoy inicia su construcción.
En su mensaje a los asistentes, Duarte Jáquez destacó que esta presa es una obra simbólica pues se construye sin violentar el marco jurídico y además de garantizar la seguridad a la población de Villa Matamoros previniendo una inundación, evita la sobreexplotación de los mantos freáticos al propiciar su recarga.