Según reconoce la Oficina de Visitantes y Convenciones (OVC), si se toma como referencia los años de finales de los 90, en que el destino recibió hasta 90,000 de estos visitantes en una temporada, el desplome actual es de más que 60%, con proyecciones de 25,000 turistas para este año.
Rodrigo de la Peña, presidente de la Asociación de Hoteles de Cancún, considera que la competencia ha sido un factor importante en la caída de este segmento, pues países como Jamaica, República Dominicana y Puerto Rico han reforzado sus promociones para atraer este mercado, aunado a que dentro de Estados Unidos destinos como Orlando y Nueva Orleans ofrecen atractivas promociones para que la derrama de estos jóvenes se quede dentro de la Unión Americana.
Sin embargo, cree que el embate más duro no sólo para el springbreak, sino para el turismo mundial, fue la crisis del 2009 y más aún “el mal manejo” de las autoridades de la crisis sanitaria por la influenza, que puso a hoteleros y a prestadores de servicios turísticos al borde del cierre.
El respiro para los destinos del Caribe llegó hasta la segunda mitad del 2010, luego de año y medio en que las reservaciones hoteleras llegaron a caer 50% y la ocupación promedio se desplomó hasta niveles de 30% en épocas del año que el promedio de habitaciones ocupadas era de seis de cada 10.
El turismo tradicional se estabilizó e incluso sustituyó segmentos de menor poder adquisitivo justamente como el springbreak, explica De la Peña, quien al mismo tiempo reconoce que aunque para la temporada del 2011 del springbreak prevé una visita de hasta 25,000 estudiantes estadounidenses, los años en que Cancún fue La Meca del springbreak ya no volverán.
Derrama económica
Las estadísticas de la OVC dan cuenta de que el turismo springbreaker viaja en grupos de cuatro a cinco individuos y que en conjunto gastan entre 900 y 1,200 dólares promedio por estancia, la cual varía de los cinco hasta los 10 días.
Un springbreaker gasta 50 dólares diarios, poco menos que la mitad de los 85 billetes verdes que en promedio derrama un turista tradicional, explica Rodrigo de la Peña.
Sin embargo, se trata de un turismo que aunque viaja en paquetes Todo Incluido sí acostumbra salir de su hotel y resulta de gran atractivo para los restaurantes y prestadores de servicios del Boulevard Kukulcán, explica Jesús Almaguer.
El titular de la OVC asegura que los springbreakers han ido sustituyéndose poco a poco por turismo tradicional y no existe una campaña específica de promoción encaminada a recuperar este sector.
El economista