En la pasada reunión catorcenal de la Asociación de Editorialistas de Chihuahua, A.C., el tema toral fue la reciente visita de los miembros de dicha asociación a la Zona del Silencio, excursión concretada gracias a la invitación de nuestro compañero y amigo, el licenciado Benjamín Palacios Perches. Fue tal la grata impresión causada por el recorrido en la Zona del Silencio, entre quienes tuvimos la oportunidad de asistir, que se dieron entusiastas expresiones sobre la importancia de impulsar el desarrollo socioeconómico de esa región, mediante proyectos de índole turístico e industrial.
Una de las iniciativas surgidas fue la integración de una comisión de la Asociación, conformada por los licenciados Benjamín Palacios Perches, Serafín Peralta, Javier Félix Muñoz y el doctor Óscar Viramontes, para profundizar la realización de estudios e investigaciones sobre la Zona del Silencio, que permitan fundamentar con mayor firmeza los argumentos y propuestas de apoyo hacia ese interesante lugar del sur de nuestra entidad, colindante con los estados de Coahuila y Durango.
Entre los comentarios hechos en torno a la temática en cuestión, Benjamín Palacios, el político nativo de la Zona del Silencio, externó que la Universidad Nacional Autónoma de México lleva nueve años ejecutando un proyecto de mediano plazo, basado en estudios de geofísica sobre el multicitado sitio, lo cual indica el interés que este tiene para las instituciones científicas y académicas. Otra referencia hecha fue la del doctor Viramontes, quien mencionó los estudios sobre dinámica del suelo, que un grupo de investigadores de la Universidad Autónoma de Chihuahua lleva a cabo periódicamente en la Reserva de la Biósfera “Bolsón de Mapimí”, ubicada también en el entorno de la Zona del Silencio. Tales investigaciones de campo, explicó, se realizan mediante el establecimiento de campamentos de exploración, cuyas jornadas de trabajo tienen una duración de una semana.
Ante esto, Benjamín Palacios, profundo apasionado e incansable promotor de la Zona del Silencio, ofreció generar las condiciones para que los referidos campamentos exploratorios, orientados a la recolección de materiales y datos de campo para su posterior análisis y estudio sistemático, puedan instalarse en las inmediaciones de lugares como las “Charcas Salinas” de Estación Carrillo, o los “Ojos de Aguas Termales” que manan al pie de la Sierra de los Olanes, en la Ex-Hacienda de Los Remedios; ambos parajes en las cercanías del seccional de Escalón, Jiménez; a fin de que se facilite la práctica de ensayos experimentales y la obtención de información, que pueda derivar en la elaboración de proyectos que permitan vislumbrar la posibilidad de explotar con mayor intensidad y volumen dichos atractivos, desde los puntos de vista industrial y turístico, respectivamente.
El profesor Antonio Gutiérrez, presidente de la Asociación, propuso la continuación de los viajes de carácter cultural y turístico, como el recientemente realizado -que dio pie al presente ejercicio editorial-, por lo cual sugirió que la siguiente travesía de la organización se efectúe en la llamada “Ruta de Villa”, comprendida entre los municipios de Jiménez y Parral, para lo que pidió a los miembros del gremio elaborar una agenda de trabajo que considere actividades importantes en ambos municipios, y contemple la posibilidad de establecer contacto con el alcalde de Parral, la tierra donde trascendió con creces la figura del inmortal “Centauro del Norte”.
Por sus innatas dotes de diplomático y publirrelacionista, resultó comisionado para encabezar y coordinar la estructuración de la agenda política, mediática, cultural y turística del siguiente viaje de los editorialistas, nada más ni nada menos que el proactivo y propositivo Benjamín Palacios, quien a todas va y nunca rechaza encomienda ni encargo alguno, y de quien con certera filosofía dijera alguna vez su entrañable amigo Mario De la Torre: “a Benjamín denle una hebra y les teje un suéter”.
Así pues, fiel a su tenaz empeño para logar lo que se propone, Benjamín Palacios sigue tejiendo suéteres con los hilos que le da la vida. En esta ocasión son el genuino entusiasmo de la Asociación de Editorialistas, aunado al apego de Benjamín a su terruño -del que nunca se ha desarraigado, y a la promesa que desde joven hiciera a su querido padre, los motivos que lo impulsan a emprender una ambiciosa iniciativa, para promover a altos niveles empresariales y políticos los tesoros históricos, científicos, culturales y turísticos, del sur de la entidad, su región de origen.