Esta caída de agua es la de mayor dimensión en México y una de las más grandes en el mundo. Ocasionalmente se pueden apreciar algunas especies de fauna como pájaro carpintero, guajolote silvestre, chuyaca o cardenal azul, jabalí, venado cola blanca y guacamaya verde. El paisaje que enmarca a esta monumental cascada no es menos espectacular, dominado por las enormes paredes de los riscos que forman un gran cañón, ornamentados con la vegetación característica de esta región del estado, como es el bosque de pino y en las cañadas o zonas de mayor humedad se pueden apreciar las paredes de los riscos tapizadas de musgos, madroño rojo, encino, táscate, sotol, sabino y fresno, entre otras. Este lugar se encuentra dentro del Parque Nacional del mismo nombre, el cual cuenta con otras cuatro cascadas, cuyo acceso es difícil y para llegar a ellas se requiere de guía.
La temporada para visitar este monumento nacional es todo el año, pero la cascada se aprecia mejor en los meses de julio y agosto.
Este lugar cuenta con tres miradores acondicionados en distintos niveles de la barranca y con diferente ángulo de visión, además existe acceso hasta el fondo del cañón, pero para bajar es necesario contar con un guía, esta función la desempeñan los lugareños del poblado. Por otra parte, el sitio cuenta con un área de descanso con asadores y mesas.
