En Londres, cientos de manifestantes se reunieron frente a la catedral de San Pablo, donde hace un año los “indignados” establecieron un campamento en rechazo a los recortes presupuestarios y el desempleo derivados de la crisis económica, el cual fue desalojado entonces por la policía metropolitana un mes después.
Esta vez, la policía británica volvió a arremeter en la zona financiera contra una manifestación pacífica. Arrestó hoy al menos 12 personas y reprimió a otras acampadas frente al Banco de Inglaterra, luego de que los manifestantes habían hecho un recorrido por sedes de compañías privadas, bancos y fondos de inversión exigiendo limitar el poder de esas instituciones.
“Abajo el capitalismo depredador”, “queremos democracia política” y “el pueblo antes que los beneficios”, eran algunas de las consignas. Los activistas anticapitalistas protestaron contra el “uno por ciento” de la población, constituida en particular por empresas financieras y banqueros que controlan la economía, reportó la cadena de noticias británica BBC.
El grupo conocido como Occupy London informó en su cuenta de Twitter que los oficiales rodearon el área, los agredieron e iniciaron las detenciones ante la negativa de los inconformes de abandonar el área, después de que los activistas habían iniciado por la mañana una manifestación pacífica en la catedral de San Pablo, en el distrito financiero de la ciudad.
Los “indignados” del movimiento Occupy London publicaron el Manifiesto de Mayo, en el que propugnan un cambio de sistema económico, una democratización de instituciones como el Fondo Monetario Internacional (FMI) y la Organización de Naciones Unidas, la abolición de los paraísos fiscales y una tasa mundial sobre las transacciones financieras.
Al igual que Occupy London, varias agrupaciones organizaron este sábado acciones similares en al menos 300 ciudades de 50 países del orbe, entre ellos Alemania, Estados Unidos y España, donde nació el movimiento de reivindicación mundial el 15 de mayo pasado.
En Lisboa, cientos de portugueses, sobre todo jóvenes desempleados, protestaron en las calles coreando frases contra el FMI, el Banco Central Europeo y la Comisión Europea. Los manifestantes se pronunciaron contra las “imposiciones” de esas instituciones a cambio de otorgar préstamos para que los países endeudados se mantengan a flote, como son los casos de Portugal y Grecia.
Aproximadamente mil 500 personas se movilizaron en Budapest, Hungría, contra las medidas de austeridad impuestas por su gobierno.
La jornada global de acción por el primer aniversario del movimiento de los “indignados” en repudio a la profunda crisis económica que se vive, se extendió, entre otras ciudades, a Fráncfort, Atenas, Roma, Bruselas, Moscú, Tel Aviv, Nueva York y urbes latinoamericanas.
La Jornada