La demanda interpuesta en la Corte Federal del Distrito Sureste de Texas por Pemex Exploración y Producción, suma a nuevas compañías como Conoco Phillips, Marathon Petroleum, Sunoco Partners y dos de las afiliadas a Shell, además de FR Midstream Transport.
En México la paraestatal petrolera informó que hasta febrero de 2012 “se identificaron y clausuraron” 229 tomas clandestinas, de las cuales 191 se localizaron en poliductos y 38 en oleoductos a cargo de Pemex Refinación. Además se registraron 14 tomas clandestinas en ductos de Pemex Exploración y Producción, y otras siete en líneas de Pemex Gas y Petroquímica Básica.
El nuevo recurso, al que Notimex tuvo acceso, fue presentado el mismo día en que el juez federal Simeon Lake negó a la paraestatal mexicana interponer una enmienda en la demanda original de mayo de 2011 para agregar a las nuevas compañías.
“La adición de acusados sumaría nuevos y complejos asuntos a una acción que ya es larga y complicada”, escribió Lake en un memorándum de opinión para negar el permiso a las empresas.
La negativa motivó a Pemex a interponer la víspera una nueva demanda en la que incluye a las seis empresas y no sustituye su recurso anterior que continúa en curso y en el que había demandado a 11 compañías.
La nueva demanda fue asignada a la juez federal Nancy Atlas, que fijó para el 9 de julio la audiencia inicial del caso.
Pemex reconoce en su demanda que gigantes petroleras como Shell y Conoco Phillips probablemente desconocían que el producto que utilizaban había sido robado por cárteles mexicanos de la droga y revendido en Estados Unidos.
Sin embargo, Pemex señaló que aun así estas compañías son responsables de los daños sufridos por la paraestatal.
Desde que fue descubierto hace algunos años el robo de combustible ejecutado por el crimen organizado, en México se han presentado cargos criminales contra unos 140 individuos ligados a este delito.
También en Estados Unidos cinco ejecutivos de distintas compañías petroleras texanas han sido declarados culpables de comprar con conocimiento el condensado de petróleo robado para ser distribuido en este país.
México y Estados Unidos comenzaron a investigar en forma conjunta el robo de combustible en 2007, luego de que las autoridades mexicanas notificaron a la Oficina de Inmigración y Aduanas que parte del petróleo robado a oleoductos de Pemex era conducido a Texas.
La investigación siguió el rastro a partir de quienes recibían el petróleo robado, para dar con algunos intermediarios que a su vez comercializaban el combustible a varias compañías estadunidenses.
En agosto de 2009 las autoridades estadunidenses entregaron al gobierno de México un cheque por 2.4 millones de dólares que otorgó como multa Donald Schroeder, ex presidente de Trammo Petroleum, otra de las empresas participantes en el ilícito.
De acuerdo con la información de Pemex, en 2010 se detectaron 710 tomas clandestinas, pero en 2011 se duplicaron hasta llegar a 2 mil 421, año en el cual figuraron con el mayor número de tomas Sinaloa, con 300; Veracruz, con 200, y Tamaulipas, con 160.
Se estimó que a septiembre de 2011 el volumen de combustible sustraído ilegalmente a través de las tomas clandestinas instaladas en el sistema de ductos ascendió a 2 millones 403 mil barriles, 61 por ciento más cantidad respecto al millón 493 mil calculado durante el mismo periodo de 2010.
El robo de hidrocarburos en el primer bimestre de 2012 fue calculado en 589 mil 344 barriles y tuvo un incremento de 22 por ciento sobre el que se realizó en el mismo lapso de 2011. En estos dos primeros meses de 2012 Veracruz fue la entidad más vulnerada.
La Jornada