Debemos estar al pendiente de los niños por si llegan a presentar algún signo de alarma, como que el niño tenga una sed intensa lo que provoca que este pida muy frecuentemente agua, que presente la lengua seca, que vomite todo lo que ingiere por vía oral, también cuando el niño o lactante presenta evacuaciones líquidas (diarrea) más de cinco veces en 24 horas, cuando tenga fiebre arriba de 38 grados centígrados; se puede presentar en los niños un llanto sin lágrimas, que estén somnolientos durante el día y que su mollera esté hundida.
Diarrea, fiebre arriba de 38 grados centígrados, vómito consecuente, y el golpe de calor por el que estamos pasando en este tiempo, son algunas de las causas de la deshidratación en los niños y lactantes.
Algunas recomendaciones cuando se presente la deshidratación son no suspender la alimentación al niño, no usar biberón al dar de comer al lactante, esto es continuar amamantándolo; dar al niño, con cuchara o gotero, una taza de vida suero oral cada vez que haya una evacuación líquida, si el niño no mejora, hay que llevarlo con el médico especialista para que este pueda darle un tratamiento adecuado y así combatir la enfermedad.
El Instituto recomendó lavarse las manos después de ir al baño, de cambiar el pañal al bebé y antes de preparar los alimentos, dar agua purificada a la familia, si no se cuenta con ésta se puede hervir, si sus hijos tienen diarrea hay que tratarla inmediatamente con vida suero oral, dé a su familia alimentos frescos, debidamente lavados y bien cocidos, tratar de evitar moscas cucarachas y otros insectos manteniendo limpia la casa y evitar consumir alimentos de la calle o de dudosa procedencia, todas estas formas de prevención para que nuestros hijos no sufran de deshidratación.
