La nostalgia se apoderó del personaje mediático que se sabe con un pie en el exilio, y que parafraseando a Gabo bien le queda la etiqueta: “Calderón no tiene quien le escriba”. Un dejo de tristeza esparce al presumir que él está ajeno al ruido twittero y facebookero. Esa parafernalia le agota. Su levedad en el umbral del Olimpo Azteca lo orilla al precipicio; está en vilo, no de la historia, porque toda deidad en desgracia debe rumiar sus culpas por los miles de agraviados luego de una cruzada que terminó por escindirlo a él, y casi a México…
Empero, #YoSoy132 provoca otros disímbolos cambios, desajustes.
Agréguese la confusión que destilan algunos de estos estudiantes, al revisar que su objetivo es impedir que Peña Nieto gane la presidencia…, mas no aterrizan los verdaderos desafíos de México y rezagos en toda materia de bienestar social. ¿Dónde está su genuina preocupación? ¿Conocen México o sólo su capital? ¿Han sentido hambre? ¿Realmente son conocedores o simples diletantes? ¿Inteligentes o marionetas?
Dice con puntería de apache, Carlos Marín, hoy en su columna de Milenio Diario: “Es un codiciado medio de propaganda [#YoSoy132] para quienes impulsan la candidatura de uno de los contendientes.” Agrega: “Hace dos lunes…, por Facebook y con los logotipos de Morena y AMLO presidente 2012, se convocó: Jóvenes estudiantes de Morena, el día viernes a las 11:00 am, vamos a manifestarnos en distintas universidades en contra de Enrique Peña Nieto, tu participación es muy importante para impedir que el del copete llegue. ¡Pasa este volante por las redes sociales para que seamos más!”
Y para que no quede duda: “PD. Por favor no saquen nada de AMLO o MORENA. Hay que hacer que parezca evento de la sociedad civil.”
En efecto. Lo que sugiere valor trascendente no es anticipar el derrumbe de uno que quiso asumirse como Jefe de Estado y está por enfrentarse al veredicto de la historia. Ira, desprecio y tanta animosidad le espera, pero no está en mi deseo augurarle mayor ruina que ésta.
De lo perdido lo que aparezca. Mayor valor hacia el porvenir de México es aquilatar la locura de un individuo que piensa que merece su reinado milenario, trastocando todo orden y voluntades que no le aceptan. Está poseído. Mas su lucha, como la de Hitler, es socavar las instituciones que al cabo de los años una sociedad ya madura ha estado perfeccionando, entre otras un Banco Central autónomo, organismos electorales sólidos, apertura de medios y un largo etcétera que nos diferencian de Egipto, el Medio Oriente, o cualquier idea trastocada de una “primavera” mexicana.
Chihuahua, Chih., mayo 28, 2012.