Se trata de una tecnología de bajo costo –mínimo 10 veces más barata que la comercial– que puede ser utilizada por usuarios no expertos en el área de cómputo. Además, el software es el mismo para cualquier aplicación, y sólo requiere una cámara web (o varias).
El programa, creado por Hernando Ortega Carrillo, del Instituto de Investigaciones en Matemáticas Aplicadas y en Sistemas (IIMAS) de la UNAM, ya tiene derechos de autor en nuestro país y está en trámite la patente en Estados Unidos y Canadá. Otra herramienta que complementa el desarrollo, que es capaz de captar movimientos muy finos de la mano, milimétricos y aún más pequeños, es el llamado sistema mecánico para la medición de movimiento de objetos y/o cuerpos flexibles de forma indirecta, que ya obtuvo la patente en México.
El joven científico explicó que este sistema comenzó a aplicarse en animación, para lo que una empresa ya tiene licencia; ahora ha pasado a la robótica. “Captamos los movimientos de los individuos y los reproducimos en los robots.”
Señaló que la idea es que a corto plazo se tenga un robot edecán para atender al público; esto es, que muestre los productos de un aparador, transporte objetos como ropa, aretes o anteojos, y comience a moverse y a hablar en el momento que la gente se acerque a él, que sea interactivo.
Ortega Carrillo dijo que se pretende que realice los movimientos humanos; por ejemplo, en un supermercado podrá ofrecer productos en una degustación “con movimientos muy reales. Ésa podría ser la siguiente aplicación comercial del sistema. En Japón ha comenzado a usarse, pero a costos muy altos. En México aún no existe y sería muy atractiva”, señaló Ortega Carrillo.
En el ámbito del entretenimiento se han creado animatrónicos; el objetivo es que las personas piensen que hablan con un robot con inteligencia, pero el movimiento se lo da alguien que está en otro lado, escondido.
El académico del IIMAS colabora con Leonardo Rodríguez Sosa, de la Facultad de Medicina (FM), en el área biomédica en el programa de cómputo denominado inicialmente Crayfish Tracker.
Rodríguez Sosa explicó que el objetivo es contar con un programa que permita medir, de manera automatizada y sencilla, la actividad motora de animales de laboratorio.
Señaló que Crayfish Tracker está destinado a la observación cuantitativa de la actividad locomotora de los langostinos de un acuario. Comparado con otros de su tipo, ofrece más ventajas, como reducir el uso de espacio en el disco duro, pues sólo guarda las coordenadas espaciales y temporales, no almacena las imágenes. Además, los productos de uso comercial tienen alto costo.
Agregó que este software se ha utilizado en el Laboratorio de Cronobiología, con la especie acuática de los langostinos de río Procambarusclarkii, que han servido de modelo experimental para medir la actividad motora en un periodo de 24 horas. Estos animales tienen mayor actividad hacia el crepúsculo y en la noche. De igual manera, se pretende observar el efecto de lesiones quirúrgicas experimentales en ciertas zonas de su sistema nervioso, para ver cómo afectan la actividad motora, añadió.
También es posible estudiar el efecto de la aplicación de fármacos. Hasta ahora el uso del software desarrollado por Hernando Ortega “ha facilitado el trabajo en nuestros proyectos”, indicó el experto de la FM.
Ortega Carrillo, con base en el mismo sistema, desarrolla una silla de ruedas para personas sin brazos. La idea es poner marcas en los hombros, y con el movimiento de los mismos manipular unos brazos robóticos para acercar y tomar objetos e, incluso, controlar la silla.
“Una vez que captamos los movimientos del cuerpo, podemos usar los dispositivos en cualquier cosa, en animaciones, control de experimentos, desarrollo de prótesis. Tratamos de darles muchas aplicaciones y de encontrar nuevas, para apoyar a otros campos”, como el control de maquinaria pesada. En ciertas áreas del deporte se podría mejorar el desempeño de los atletas, con el análisis de la correcta ejecución de los movimientos.
Refirió que con la finalidad de agilizar el trámite para obtener la licencia del desarrollo en sus distintas modalidades se fundó la empresa Laidetec; no obstante, la UNAM no deja de obtener beneficios.
Promueve material en Facebook, Twitter y Youtube en busca de clientes. La meta es, mediante sus variadas aplicaciones, favorecer a la mayor cantidad de mexicanos y detonar un mercado con carga tecnológica.
