De buen humor y muy ocurrente, Ringo expresó:
“Sigo creyendo en la utopía de la paz y del amor, idea que viene desde los años sesenta y para mi generación era un sueño increíble. Muchos chavos actualmente siguen mostrando el símbolo de la paz con los dedos de su mano y espero que ese sueño se convierta en realidad un día.
“Podrán pasar mil años, pero anhelo que sea una realidad. Uno nunca sabe, la paz y el amor es un sueño que puede suceder pronto. Es como el clima, todo cambia y la paz podrá darse de un día para otro.”
Sobre sus conciertos preferidos durante su trayectoria, indicó que recordaba especialmente los ofrecidos en el Shea Stadium de Nueva York por Los Beatles hace casi medio siglo.
“Fue increíble”, dijo. Acerca de su actuación en México, no dejó de reír mientras contestaba:
“Paul (McCartney) siempre me anda hablando de México, así que ya tenía que regresar. El recuerdo más agradable de la Ciudad de México fue que aquí conocí a mi actual esposa Barbara Bach, durante la filmación de la película El cavernícola, y luego nos casamos.”
Y en torno a su vieja melodía solista “Las Brisas”, que grabó acompañada con arreglos de mariachi:
“Fue un momento mágico. La pieza es bastante romántica y el nombre también.”
Un periodista brasileño le preguntó cuáles eran sus expectativas de tocar en Río de Janeiro y el baterista respondió:
“¡Oh!, Río posee una de las reputaciones musicales más grandes del mundo, así que estamos muy animados y deseamos ir a tocar allá, al igual que a Sao Paulo.”
La primera gira latinoamericana de Ringo’s All Starr Band inicia en México mañana martes 1 de noviembre.
Posteriormente, el conjunto actuará en Chile, Argentina y Brasil (donde dará ocho conciertos que se grabarán).
El grupo de Ringo interpretó cuatro piezas para los medios, dos de los tiempos con Los Beatles: “Chavos” (Boys), “Con una pequeña ayuda de mis amigos”, una canción del álbum Frankestein del guitarrista Edgar Winter y otra del requintista Rick Derringer.
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