En el informe de ayer sólo hablaron los funcionarios. Lo hicieron de prisa y en un salón semivacío, pese a la cantidad de burócratas que desde temprano acudieron para escuchar a sus jefes decir que hay avances, pero también atrasos.
En su prisa, incluso presentaron cifras contrastantes con la realidad. Funcionarios de Hacienda dijeron que se habían fronterizado 2 mil 500 “chuecos” cuando, según los agentes aduanales, hasta ayer sólo eran mil 600.
La situación en el informe incomodó y molestó a algunos de los presentes; así lo externaron al salir del salón, donde durante la hora y media del evento permanecieron sentados frente al presidium de funcionarios que en su mayoría se mostraron cabizbajos, con gestos de preocupación.
“¿Por qué nos marginaron?, no creo que debamos esperar a que venga otra vez el presidente para que nos dejen participar en estos trabajos”, dijo Manuel Sotelo, presidente en turno del Consejo Coordinador Empresarial al salir del salón principal del Hotel Camino Real, donde fueron convocados para escuchar el recuento de las acciones en 100 días de trabajo en la localidad.
El hombre, que encabeza también al gremio de los empresarios transportistas, dijo que iba preparado con una carpeta de señalamientos porque su sector considera que algunas acciones del plan de rescate son muy pobres en relación con lo urgente de la situación de Ciudad Juárez.
Creyó que al igual que lo hizo el mandatario de la República, sus representantes iban a dejar el micrófono abierto a los presentes.
Otros de los ciudadanos optaron por retirarse antes de que terminara el recuento de las acciones, así lo hicieron Teresa Almada y algunos directivos de medios de comunicación.
Se fueron en sigilo, para no alterar el orden y distraer el silencio en el que permanecían los ciudadanos mientras los funcionarios daban su balance.
Así, de este mismo modo, llegaron y se fueron los funcionarios.
“Parece que nos quieren evadir, ¿por qué será?”, dijo una mujer integrante de la mesa social de Desarrollo Social mientras veía escabullirse del salón a Abelardo Escobar Prieto, representante presidencial aquí y secretario de la Reforma Agraria.
Antes que Escobar hicieron lo mismo los otros funcionarios de Calderón: Antonio Vivanco Casamadrid, coordinador de Asesores de la Presidencia de la República; y Luis H. Álvarez, y representantes de las seis secretarías federales que integran los trabajos del rescate de Juárez.
Álvarez incluso salió escoltado por una mujer que es su asistente, la cual constantemente le repetía al oído “no diga nada”, ante los representantes de los medios de comunicación que se encontraba a su paso.
Así como se fueron llegaron
Luis H. Álvarez abrió el evento con la bienvenida, donde dijo que pronto volverá Calderón a Juárez para evaluar los resultados de las estrategias.
Pero la ronda de la rendición de cuentas la empezó el comisionado de la Policía Federal, Facundo Rosas, quien de cara a los representantes ciudadanos mencionó sus pendientes y retos, aunque también dio lectura a avances, como instalación GPS a 764 patrullas, nuevo modelo de atención a casos de secuestros, extorsiones y cobros de piso, entre otras cosas.
Siguieron Miguel Marón, subsecretario de Economía; Mario González, de Trabajo y Previsión Social; el cuarto en el orden fue Maurio Hernández, subsecretario de Salud, seguido por Rodolfo Tuirán, de Educación; y por último los avances de Desarrollo Social, con Gustavo Merino.
De hecho Tuirán, de Educación, fue el único que se refirió a Villas de Salvárcar, donde el pasado 30 de enero fueron masacradas 15 personas, la mayoría de ellas estudiantes, cuando habló sobre uno de los pendientes: la construcción de la unidad deportiva prometida a los habitantes de ese sector, la cual –dijo– sigue pendiente por un problema con la situación jurídica del terreno donde se va a construir.
Todos leyeron su balance, lo hicieron cabizbajos y pausados.
Vivanco, en su turno, dijo: “estamos entrando a una etapa más intensa y se intensificará en los próximos días”. “El problema es muy complejo y la gente demanda seguridad”, dijo Jorge Contreras Fornelli, presidente de Desarrollo Económico e integrante de los consejos ciudadanos, en entrevista luego de escuchar a los funcionarios.
Es que mientras se siga esta situación de inseguridad, de violencia y con abusos de los agentes encargados de recuperar el orden, es muy difícil que lo otro, el trabajo para resarcir el rezago social, se note, señaló a su vez Teresa Almada, activista social y catedrática universitaria.
Escobar cerró el evento con un mensaje con que intentó infundir ánimo: “los avances hoy mostrados a los 100 días de haber puesto en marcha los trabajos, son una prueba que sí se puede, y de que sí es posible recuperar nuestra ciudad”.
Todos ellos hablaron, pero ninguna de sus palabras desencadenó las palmadas de manos de los presentes. Nadie los ovacionó.