Identificado por su gafete como “coordinador” del equipo de la campaña de Josefina Vázquez Mota en San Luis Potosí, el hombre hablaba por teléfono mientras era escuchado por dos reporteras.
Sin reparar en la infidencia involuntaria sobre la salud de la “candidata”, impartía instrucciones: “Compren un Dramamine”.
Un auxiliar corrió a comprar el medicamento para prevenir el mareo y lo llevó, con una botellita de agua, a la candidata, que instantes después bajó del autobús.
Pero, según el vocero Herminio Rebollo, la “candidata” mareada no fue Vázquez Mota, sino Concepción Ramírez, aspirante plurinominal, quien exhibió su ropa manchada por el vómito.
Aquí en Tamazunchale, la candidata que sí se mareó el pasado lunes 2, y que luego dijo que está muy sana, no encontró una muchedumbre que la aclamaba. Eran unos pocos cientos de huastecos –si acaso 500–, que se fueron congregando no en la plaza, como se anunció, sino en una calle lateral, Morelos, bajo la violencia del calor.
Citados a las 11:00 horas, habían resistido el sol, pegados a las paredes hasta las 12:45, cuando llegó la candidata, y su falta de entusiasmo frustró inclusive a la animadora.
La joven, pasada de kilos, buscó una y otra vez aleccionar a la audiencia para las porras.
“¡Que se escuche el ánimo!”, grita, pero nadie le responde. “¡No escucho nada!”. Y tiene razón.
“¡Oigan –reclama–, yo ya me quedé ronca y ustedes no dicen nada! ¡Aquí, allá, Josefina ganará! ¡Aplaudan, que se llene de ánimo este lugar!”
Y de plano desiste la frustrada animadora: “¡Qué siga tocando la música!”.
No toca la banda local, sino la música de campaña, que choca con la realidad: “Con Josefina haremos bola/ con gente honesta, luchando duro/Únete ahora que sólo empieza/vamos con firmeza, luchando duro…”.
El mareo de Vázquez Mota y la ausencia de entusiasmo en Tamazunchale, coincidió con su caída al tercer lugar, según la polémica encuesta de GEA-ISA, que suele registrar variantes inverosímiles.
Como sea, por primera vez en la contienda la aspirante presidencial panista está detrás de Andrés Manuel López Obrador y del puntero Enrique Peña Nieto.
Quizá por eso, como no ha sido su costumbre, Vázquez Mota negó en su mensaje, ante la escasa concurrencia, que esté nerviosa, pero se dijo víctima de ataques.
“Si hay nerviosos no están de este lado”, exclamó desde el vistoso templete colocado en una calle principal de este municipio, que le dijeron significa “lugar de la mujer gobernadora”.
Y enseguida, ante los señalamientos de corrupción por su paso por la Secretaría de Educación Pública (SEP), la candidata presidencial dijo que va a ganar.
“Por eso nos atacan”, adujo, y añadió: “Le buscan y le buscan y no van a encontrar, porque soy una política honesta”.
Luego de aludir al priista Peña Nieto, al señalar que México no debe regresar al autoritarismo, también se refirió a López Obrador, candidato de la coalición “Movimiento Progresista”, al decir que el país no debe “sumirse en un populismo trasnochado vestido de amor”.
La candidata del PAN reiteró lo que dijo en la campaña interna: “Voy de frente y no me quito”.
Tras el primer mitin en la Huasteca potosina, a la que llegó vía aérea –su avión aterrizó en el aeropuerto de Tamuín– y luego se trepó a La Jefa, Vázquez Mota afirmó que “nadie nos va a desanimar” y “mientras más le busquen más fuerte me siento”.
Se explayó:
“Porque soy una mujer y una política honesta, y porque nunca me he tomado un peso que no me pertenezca. Le buscan y le buscan y no le van a encontrar, porque cuando estuve en la SEP trabajé a favor de los niños, los jóvenes, las mujeres, los hombres del campo y la ciudad. Algunos, algunos quisieran bajarnos, pero desde la Huasteca les decimos: no lo van a lograr”.
Más tarde, en entrevista, reiteró que sigue firme y de frente ante los resultados de la encuesta que por primera vez la coloca detrás de López Obrador y los ataques.
–¿Las encuestas son ataques?
–No necesariamente.
Según ella, en el PAN “no están los corruptos ni los mentirosos”.
Vázquez Mota comió más tarde en Aquismón, donde encabezó un mitin modesto, y luego en Ciudad Valles encabezó una concentración regular, bajo un calor sofocante.
En Valles fue ostensible el fuerte dispositivo de seguridad que resguardó a la panista en su gira por esta región que se disputan Los Zetas y el Cártel del Golfo.
Además de las dos patrullas de la Policía Federal y dos de la policía estatal y municipal, que habitualmente escoltan el convoy de la candidata, ahora se sumaron dos camionetas artilladas de la propia corporación federal, con al menos 15 elementos fuertemente armados.
En Valles, donde estuvo acompañada por la alcaldesa con licencia –que de la noche a la mañana se enriqueció–, Vázquez Mota insistió en que la atacan porque va a ganar.
“Saben que vamos a alcanzar y saben que vamos a rebasar y saben que vamos a lograr la victoria”, exclamó.