Movimiento Ciudadano, el partido ‘bisagra’ que podría sacudir el tablero político en México

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El partido político encabezado por Dante Delgado, quien antaño fue aliado del presidente de México, ha venido creciendo en las preferencias de cara al próximo 2 de junio, a tal punto que varias casas encuestadoras incluso lo colocan muy cerca de los partidos políticos que abanderan la candidatura de Xóchitl Gálvez.

Si Movimiento Ciudadano logra la hazaña de alcanzar más de un 15 % de los votos, su papel será clave para conformar una mayoría calificada en el Congreso de la Unión a favor de la candidata que, hasta el momento, aparece como puntera en todas encuestas: Claudia Sheinbaum.

Una declinación que no fue

A menos de un mes de celebrarse la elección presidencial, varias figuras de la oposición pusieron de manifiesto la necesidad de que Jorge Álvarez Máynez tomara la decisión de declinar a favor de Xóchitl Gálvez.

Bajo el argumento del denominado “voto útil”, argumentaron que la declinación de Movimiento Ciudadano en la elección presidencial aumentaría las posibilidades de evitar la continuidad del partido Movimiento Regeneración Nacional (Morena) al frente del Poder Ejecutivo.

El presidente nacional del Partido Revolucionario Institucional (PRI), Alejandro Moreno Cárdenas, alias ‘Alito’, anunció a mediados de mayo su disposición no solo de abandonar la dirigencia del tricolor, sino incluso de renunciar a su candidatura al Senado si Álvarez Máynez se bajaba de la contienda.

No es la primera vez que, en una elección presidencial, se pide a uno de los partidos políticos opositores a Morena (y sus aliados) una declinación.

En la elección presidencial de 2018, por ejemplo, cuando la candidatura de Margarita Zavala, esposa del expresidente Felipe Calderón, iba en franca caída, varias voces solicitaron su declinación a favor de Ricardo Anaya, abanderado de los partidos Acción Nacional (PAN), de la Revolución Democrática (PRD) y Movimiento Ciudadano.

A poco más de un mes de la elección de ese momento, Zavala renunció a su candidatura a la Presidencia, sin embargo, no declinó a favor de ninguno de los principales contrincantes de López Obrador.

En esa misma elección, el político tabasqueño denunció que Enrique Peña Nieto, quien fungía como presidente de la República, había entrado en “negociaciones” con Ricardo Anaya para que el abanderado del PRI, José Antonio Meade, declinara a favor del panista.

En el proceso electoral de este año, no ha sido posible unir a todos los opositores a Morena y sus aliados, luego de que Álvarez Máynez negó, en un primer momento, cualquier posibilidad de declinar a favor de la candidata de la coalición Fuerza y Corazón por México.

Tiempo después, sin embargo, Álvarez Máynez dejó entrever que estaba dispuesto a sentarse a “dialogar” con una de las figuras más importantes del priismo, Beatriz Paredes. No obstante, hasta la fecha no se ha concretado el acercamiento entre Álvarez Máynez y Paredes.

Más allá de su candidato presidencial, dentro del partido naranja no se han tomado en serio formar parte de una coalición que, a decir de su presidente nacional, Dante Delgado, se ha probado “fracasada” en términos electorales.

La solicitud del presidente del PRI, a decir de integrantes de Movimiento Ciudadano, no fue sino un acto de “desesperación” ante el crecimiento de Álvarez Máynez y la caída de Gálvez Ruíz en las preferencias.

Dante Delgado, un ‘viejo lobo de mar’

Entre propios y extraños, el dirigente nacional de Movimiento Ciudadano, Dante Delgado, es considerado un político muy experimentado, con una gran capacidad de “olfato” a la hora de posicionarse según la coyuntura del país.

Originario de Veracruz, en sus primeros años de carrera política Delgado militó en el PR en su estado natal, donde desempeñó los cargos de subsecretario de Gobierno en 1983 y, luego, secretario general de Gobierno en 1986.

En la década de 1990 fungió como embajador de México en Italia y fue diputado federal en la LII Legislatura, entre otros cargos.

Ya para 1997, fundó su propia organización política, el partido Convergencia, la misma que lo llevaría, años más tarde, a tejer una alianza con quien sería el líder de la izquierda mexicana en el ámbito electoral, Andrés Manuel López Obrador (AMLO).

El partido encabezado por Delgado acompañó a López Obrador en las elecciones presidenciales de 2006 y 2012. Gracias a la alianza con el político tabasqueño, el partido naranja logró mantener su registro y varios escaños en la Cámara de Diputados y el Senado.

Sin embargo, luego de que López Obrador tomó la decisión de romper con el PRD y fundar un nuevo partido, la alianza con Delgado se resquebrajó. Así las cosas, fue a partir del lanzamiento de Morena cuando la alianza con Movimiento Ciudadano se vino abajo.

Algunos miembros de Morena consideran que el alejamiento obedeció a que Delgado no estuvo de acuerdo con el surgimiento de un nuevo partido político, sino que quería que López Obrador hiciera de Movimiento Ciudadano su plataforma electoral.

Aún con la ruptura de su alianza, Movimiento Ciudadano no se perfiló en un principio como un partido opositor a Morena. De hecho, mantuvo contacto con varias de las figuras más cercanas a López Obrador.

El partido político encabezado por Delgado está abierto a negociar alianzas con figuras clave que integran el grupo político de López Obrador.

Hay que recordar que, en 2012, cuando Marcelo Ebrard denunció persecución política en su contra, Movimiento Ciudadano ofreció al exjefe de Gobierno de la Ciudad de México una candidatura por una diputación federal.

De hecho, hace unos meses, luego de que Ebrard se inconformó ante los resultados de la encuesta que ungió a Claudia Sheinbaum como la candidata presidencial de Morena, el excanciller de México mantuvo diálogo con los dirigentes del partido naranja para decidir su futuro político.

Al final de cuentas, Ebrard decidió mantenerse en las filas de Morena, sin embargo, una vez más quedó de manifiesto que el partido político encabezado por Delgado está abierto a negociar alianzas con figuras clave que integran el grupo político de López Obrador.

Un papel decisivo en el Congreso

Uno de los objetivos del partido oficialista es no solamente ganar la Presidencia en las elecciones del próximo 2 de junio sino, sobre todo, hacerse de la mayoría calificada en el Congreso de la Unión: más de 333 senadores y 85 diputados federales.

Hay que recordar que varias de las reformas constitucionales impulsadas por el presidente López Obrador no pudieron aprobarse por no contar con por lo menos dos terceras partes de los votos de los legisladores.

La reforma eléctrica, la reforma político-electoral y la reforma judicial, entre otras, fueron rechazadas lo mismo por los partidos que hoy integran la coalición que abandera a Xóchitl Gálvez, que por Movimiento Ciudadano.

En febrero de este año, el mandatario mexicano presentó un ‘paquetazo’ de 20 reformas constitucionales, retomando varias de las propuestas que ya habían sido rechazadas. Las iniciativas fueron retomadas por Sheinbaum, quien se comprometió a impulsarlas en caso de llegar al Palacio Nacional.

Si Movimiento Ciudadano logra la hazaña de alcanzar más de un 15 % de los votos, su papel será clave para conformar una mayoría calificada en el Congreso de la Unión a favor de Sheinbaum.

Si bien Sheinbaum aparece como la candidata puntera en prácticamente todas las encuestas y, con una ventaja bastante considerable, se antoja difícil que Morena y sus aliados amasen suficientes votos para conseguir la mayoría calificada.

En este sentido, no importa quién gane la elección presidencial, Movimiento Ciudadano estaría llamado a jugar un rol de ‘partido bisagra’: en algunas propuestas de reforma se podría colocar del lado de la oposición y, en otras, jugar en el bando de Morena y sus aliados.

Movimiento Ciudadano adoptaría un papel muy similar al que asumió el PRI luego de la elección presidencial de 2006, cuando el PAN no logró alcanzar los votos suficientes para aprobar reformas a la carta magna y, por lo tanto, las negoció todas con el tricolor.

Aunque durante esta campaña electoral los miembros de Movimiento Ciudadano han insistido que este partido representa una “tercera vía”, esto es, una alternativa frente a las “malas administraciones del pasado”, pero también ante al “desastre provocado por el Gobierno actual”, hay varios temas en los que bien podrían coincidir con la denominada ‘Cuarta Transformación’.

Entre ellos, el fortalecimiento de los programas sociales, incluyendo un mayor otorgamiento de becas para todos los estudiantes del nivel básico, propuestas orientadas a mejorar los servicios de salud, o a aprobar la ampliación del presupuesto dedicado a ciencia y tecnología, rubros que, de acuerdo con Sheinbaum, serían prioridad bajo su administración.

Por otro lado, cabe destacar que, luego de la elección del próximo 2 de junio, la nueva legislatura se instalaría el 1 de septiembre.

De esa fecha y hasta el 30 de septiembre, cuando López Obrador terminará su mandato, el político tabasqueño contará con prácticamente un mes para intentar, de nueva cuenta, aprobar reformas constitucionales antes de la toma de posesión de quien será el nuevo titular del Poder Ejecutivo.

En ese contexto, si Movimiento Ciudadano, efectivamente, consigue alzarse con más de un 15 % de los votos como apuntan varias casas encuestadoras, su papel será decisivo en la construcción de una mayoría calificada a favor del oficialismo.

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