México, con potencial para crear vinos propios: Gardini

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“La botella de un buen vino es aquella que abres y te la acabas. El sistema de puntos se hace para el mercado; los expertos valoran la técnica del viñedo y también hay que ponerlo en relación con el precio, porque para uno puede valer 100 puntos, pero tal vez para ti valga 80. Los líderes de opinión tienen un paladar distinto y manera diferente de otorgar esos puntos, los cuales son importantes, pero es mucho más relevante que la bebida respete su identidad y la tierra”, dice Luca Gardini, considerado por la Asociación Mundial de Sommelier el mejor en 2010.


 

Los sommeliers dicen muchas estupideces (cazzate), responde este joven italiano de 33 años, quien viene a México a realizar una cata con lo que considera los mejores vinos de su país, a la pregunta sobre la cantidad de aromas y sabores que los especialistas encuentran a la hora de catar esos frutos de la vid.

“El olfato del hombre sólo distingue tres o cuatro perfumes u olores netos, y en la copa cambia, la barrica le impregna los aromas, pero alguien que describe 10 en dos segundos exagera; nunca son tantos como pretenden encontrar”.

Niño travieso y alburero

Luca Gardini es hiperactivo. Su aspecto es de un niño travieso y alburero. Considerado monstruo en su gremio, debido a su exquisito paladar, fue el único que identificó, a ciegas, los tres vinos de la prueba para designarlo como el mejor en 2010. Así lo describió en su momento: “Puse la nariz en cada uno de los tres vasos; me di cuenta de los vinos que ellos conocían. Por su acidez y notas cítricas, dije que el primero podría ser un Sancerre 2008, y así fue. El segundo animal, un poco terroso, polvoriento, masculino, guapo, concentrado, especiado, podría ser un Taurasi, un Montepulciano, este era el centro de Italia. Dije Montepulciano d’Abruzzo y tuve razón. El tercero fue fácil, porque su nota inconfundible de ponche de huevo cocido me guió hacia el Sherry: Dije Palo Cortado, 25 años. Fue de 30 años, pero todo salió bien de todos modos. Fui el único que identificó los tres vinos: el tema de la noche. Señalaron que yo era un monstruo”.

–¿Qué recomienda para impulsar el consumo de vino para acompañar la comida, cuándo una copa de la bebida en México equivale en precio a un platillo? ¿Cómo fomentar la cultura del vino?

–Trabajar, buscar y probar con profesionales que te expliquen el proceso, cualidades y propiedades de la bebida; el precio o los impuestos son un tema aparte. El profesional debe hacer escuela para cultivar el gusto por esa bebida, ¿por qué voy a pagar lo mismo de una comida por un vino? Se paga cuando se tiene el deseo por algo. Es necesario aprender a disfrutarlo.

“La mejor manera de introducir el vino en una cultura es hacerlo por copa, no por botella”, interviene Federico Delvai, uno de los promotores del producto de la Toscana, invitado por el restaurante Enotk a una degustación y serie de comidas y cenas, para las que el cocinero Salvatore Tassa preparó las mejores pastas, junto al equipo de Thomas Kiefer, el anfitrión.

Agregó: “Segundo, sugiero que los mexicanos sean un poco más curiosos alrededor del vino y traten de indagar sobre los nuevos productos del mundo, de uvas, no solamente dulces. El paladar de los mexicanos tiende un poco más hacia a los secos. Sin embargo, para empezar a vender vino se puede hacer en pequeños vasos. México ha mostrado en los años recientes poder económico y habrá un gran crecimiento. En Italia podemos decir que este país, junto con Indonesia, Nigeria y Tailandia, es nuestro eje en los nuevos mercados”.

¿Qué concepto tiene del vino mexicano?, se le preguntó a Luca Gardini.

–Tengo un concepto muy claro y muy directo. Me gusta mucho México y pienso que tiene un potencial muy bueno en la producción vitivinícola; el problema es que copia lo que se produce en California, Francia o en Sudamérica, en lugar de hacer una etiqueta para su tierra y su clima. Me gusta, pero podría ser mejor.

–¿Cinco vinos italianos que se deban probar?

–Mascarello (Barolo Monprivato 2009), Poggio di Sotto (Brunello di Monltacino Riserva 2007), Casanova dei Neri ( Brunello di Montalcino Cerretalto 2007), Roagna (Barbaresco Asilli Vecchie Vigne 2007) y Setteponti (Oreno 2010).

Champaña, nebbiolo o Chateau Viagra, para seducir a una mujer

–¿A qué saben esos grandes vinos a los que no podremos acceder, Petrus… por ejemplo ?

–Explicar un sabor probando la bebida es una cosa, y explicar sin degustarlo es otra totalmente, porque el vino es emoción y ésta es distinta a secas.

“Es como conocer a una chica o ver una película porno… son dos cosas distintas. Pero… bueno, un Petrus tiene un aroma de merlot y casis. Es muy redondo y muy suave; muy cálido, muy mórbido y muy lindo”.

–Pensando en un juego sensual, ¿qué uvas o que vinos recomienda para besar, para conquistar o para terminar en la cama haciendo el amor?

–Champaña: historia, cultura, emociones. Permite llevar a una mujer a la cama… es sensual, es muy rica. Pero lo mejor para esas ocasiones es el sabor de la variedad nebbiolo, la clásica de los valles de Piamonte… y si no funciona: un Chateau Viagra, de tonos azules (bromeó).

Para mayor información www.la-enotk.com y www.lucagandini.com La Jornada

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