Las áreas congestionadas de libros, allí, separados por casilleros, la inmensidad de divergencias en sabidurías, disciplinas, culturas, ilustraciones, acervos, temas, facultades, maestrías, etc., etc. por medio de la palabra escrita y/o virtual. En dichos razonamientos se conjunta el atractivo natural que presentan las diferentes editoras: una extraordinaria exhibición cubierta por una “carpa” muy bien puesta (no se gotea, aunque el agua de la lluvia sí corre por el piso), y los compartimentos bien anunciados que se conforman por mesas y estantes que enseñan (muestran, lucen, anuncian, revelan) la multiplicidad de títulos y de autores de todos los géneros y de todas las formas y contenidos imaginados y realistas, conjeturados y creídos, figurados y supuestos, sospechados y previstos… Caray, por una parte se quisiera contar con el dinero suficiente para poder adquirir los productos que llaman el interés primario, secundario y terciario y por la otra, contar con el tiempo, también suficiente para disfrutar, cuando menos los que significan el primer dividendo.
Entonces, algunas personas acudimos para adquirir al menos un ejemplar, pero desgraciadamente, y eso ocurre con la mayoría, sólo para observar el atractivo universo de las letras en este hermoso espacio y en el mejor de los casos para recetarnos la presentación de un buen autor y la explicación del contenido de su libro por parte de los especialistas en el área respectiva. Dentro de este excelente ámbito, es muy grato encontrar el ‘stand’ muy bien montado de la Asociación de Editorialistas de Chihuahua, AC que preside el Maestro Antonio Gutiérrez Martínez. En este sitio aparecen escritores y poetas de la localidad de la talla de Norma Gutiérrez, Carlos Jaramillo, Sergio Armendáriz, Mario Góngora, Eduardo Fernández, etc. Empero, tocó en esta memorable ocasión, centrar los reflectores en la meritoria producción literaria del Dr. Ernesto Jesús Visconti Elizalde, enriquecida por vistosas litografías de sus magníficos poemas como “Ayer pasó, por mi calle” y otros versos preciosos. Entre sus principales obras, podemos adquirir: “El quehacer editorial”, “La seducción de las musas”, “Mujer, anatomía y soneto”, “Cuentos de Visconti” y “Chihuahua en noche de muertes”.
El paso obligado de cada chihuahuense sería recorrer con calma todos y cada uno de los ámbitos que abundan en esta magnífica “Feria del Libro”; quizá la petición reiterativa es que algún día en este tipo de exposiciones hubíeramos de encontrar paquetes de ofertas de las compañías editoras. Por ejemplo, que las obras del Dr. Visconti, las pudiésemos obtener al “X” por ciento de descuento si logramos las cinco y de regalo la litografía de “El avaro”.