De acuerdo con las cifras difundidas recientemente por el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) “hay concentraciones de inseguridad alimentaria muy particulares”, explicó luego de su participación en el foro Hacia una política pública para el desarrollo del sector agropecuario: políticas públicas exitosas en el mundo, realizado el pasado martes en el Senado.
La funcionaria refirió que lo que sucede en México es consecuencia “directa” de la crisis mundial de 2008, por la estrecha relación entre la economía estadunidense y la mexicana.
Durante su intervención, recomendó a México invertir en infraestructura, en la pequeña agricultura y en acciones de adaptación al cambio climático, además de promover la investigación y el desarrollo tecnológico, la sanidad e inocuidad agroalimentaria y el fortalecimiento de las organizaciones rurales.
Urquía reconoció que México haya consagrado el derecho a la alimentación en la Constitución, por lo que llamó a garantizarlo a los 52 millones de pobres que hay en el país, según las cifras del Coneval.
La funcionaria consideró que el aumento en el precio de granos continuará, debido a la disminución en la producción de Estados Unidos y América Latina por cuestiones climáticas.
“En México disminuyó cerca de cuatro por ciento debido a las heladas en Sinaloa, lo que limita la capacidad de reacción del país con respecto a la situación de volatilidad internacional porque disminuyen los stocks”, explicó.
Ello ha derivado en incrementos de hasta 70 por ciento en el precio de granos, “y en los precios nacionales se está traduciendo en aumentos hasta de 60 por ciento en el maíz blanco y de 15 por ciento en el precio de la tortilla”.
Por su parte, Víctor Villalobos, director general del Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA), señaló que “si no mejoramos la calidad de vida de las zonas rurales seguirá existiendo la emigración, el abandono de la actividad agrícola, se establecerán los círculos de pobreza en las ciudades y prevalecerá la inseguridad y la violencia”.
Refirió que la agricultura por sí sola no resuelve el problema de seguridad alimentaria y que ésta debe ser una preocupación permanente de los gobiernos, “no un tema de moda” cuando hay crisis.
El encuentro fue organizado por el Senado y el Consejo Nacional Agropecuario.
Periódico La Jornada