El jefe de la asociación, Hans-Michael Klein afirma que dicha entidad impulsa esta iniciativa porque han recibido llamadas de muchas personas que no saben cómo actuar en el momento en que alguien intenta saludarles con un beso.
“No debe haber ningunos besos, por lo menos en el trabajo”, aseveró Klein, y agregó además que “no es ningún secreto que a unos les gusta saludar con un beso a sus colegas”, pero que muchos se ponen nerviosos ante esta situación.
Debido a esto la organización pretende que se declare a las oficinas ‘zona libre de besos’. Los besos en los lugares de trabajo son algo “íntimo y poco profesional”, aseguran los impulsores de esta iniciativa.
Esta opinión es compartida por muchos alemanes, quienes prefieren no ser ‘baboseados’ por otros. Según la Sociedad de la Etiqueta de Alemania, el temperamento de las mujeres en ese país, es diferente al de las españolas, francesas o latinoamericanas.
Existe una solución para este problema, afirma Klein. “Por ejemplo, si una persona no está en contra de los besos en el trabajo, ella simplemente puede poner un letrero en su escritorio”, señaló, tras explicar que el ritual de un saludo correcto, es el apretón de manos a una distancia de 60 centímetros uno del otro.
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