“Este bastón me llevará a ser la jefa y comandante suprema de las Fuerzas Armadas”, exclamó Vázquez Mota en su discurso, cuyas prioridades fueron la unidad interna y la exhortación para hacer campaña sin descanso.
Luego de que por la mañana aseguró ante sus operadores de campaña, en la sede nacional del PAN, que está “a un dígito” del candidato presidencial priista Enrique Peña Nieto, Vázquez Mota definió como “lo mejor del día” el mitin que encabezó esta tarde en el auditorio municipal, repleto de entusiastas panistas, muchos de atraídos por los obsequios, entre ellos, vales de gasolina de 100 pesos, repartidos por fajos por operadores del Partido Acción Nacional (PAN).
Tal como lo hizo ayer y hoy por la mañana ante la cúpula del PAN y su equipo de campaña, la candidata insistió en su convocatoria a superar los conflictos internos. “Les pido que hagamos un solo equipo, una campaña de unidad”, porque “no podemos permitir que el pasado regrese a gobernar”.
Entusiasmada por el ánimo festivo de sus simpatizantes de este municipio, que mañana visitará Andrés Manuel López Obrador, el candidato de la izquierda, Vázquez Mota dijo con enjundia: “¡Hay que decirle a todo México que con este ánimo nos vamos a ir de Tlaxcala hasta Los Pinos, desde Tlaxcala a la Presidencia de la República!”
En el éxtasis, dijo a quienes dudan de que una mujer pueda ganar la Presidencia de la República y a quienes preguntan si México está preparado para que lo gobierno una mujer, “vengan a Tlaxcala”.
Fue una expresión desafortunada de Vázquez Mota: La única mujer que ha sido candidata del PAN a gobernadora, Adriana Dávila, perdió ante González Zarur, aun con la declinación de último momento de la aspirante perredista, la senadora Minerva Hernández, cuyo premio es ser candidata a diputada por el PAN.
Más aún: La única mujer que ha gobernado Tlaxcala es Beatriz Paredes Rangel, expresidente del PRI y candidata a jefa de Gobierno del Distrito Federal.
Vestida de pantalón de mezclilla y blusa blanca, y con botas altas, Vázquez Mota llegó a este municipio gobernado por el PAN a bordo de un helicóptero, mientras que sus hijas Monserrat y Celia lo hicieron por carretera, en una camioneta custodiada por dos elementos del Estado Mayor Presidencial (EMP), y hasta se dieron tiempo para tomar un refresco en un restaurante próximo al auditorio que lleva el nombre del exgobernador priista Emilio Sánchez Piedras.
Los organizadores del mitin, entre ellos el primer gobernador panista Héctor Ortiz –un expriista inhabilitado administrativamente y pese a lo cual es candidato a senador–, se esmeraron en la escenografía del auditorio, sobre todo para la ceremonia de “limpia” a la candidata y la entrega del bastón de mando, un largo garrote de madera tallada, símbolo de liderazgo, que ella tomó con devoción.
El relanzamiento de su campaña, que reanudó en este minúsculo estado desde el punto de vista electoral, también implicó un cambio en sus prioridades de campaña: De los cuatro puntos con los que la inició, ya sólo quedan tres, porque la oferta de “igualdad ante la ley”, desapareció.
Ya su proyecto sólo ofrece tres ejes: Uno, educación y cultura como prioridad. Más educación y menos política; dos, no pactar con el crimen y crear una Policía Nacional, y tres: Impulsar el mercado interno.
Llama la atención la oferta de crear una Policía Nacional y no ha explicado si es lo mismo que la Policía Única, vieja ambición de Genaro García Luna, secretario de Seguridad Pública federal, a quien ella acusó, según una grabación, acusó de ser el autor del espionaje en su contra.
Al electorado tlaxcalteca, Vázquez Mota ofreció numerosos apoyos, pero el que hizo tronar al auditorio fue cuando ofreció que, como presidenta, construirá el tren suburbano que unirá a Tlaxcala con Puebla.
Al final del colorido mitin, envuelto en una ligera llovizna, Vázquez Mota ofreció una breve conferencia de prensa para expresar su entusiasmo por la asistencia de más de 10 mil personas –y que no eran ni la mitad–, reiteró que un traking de su equipo establece que se encuentra a un dígito de Peña Nieto; y minimizó la acusación del PRI sobre el número de pisos firmes que construyó cuando fue secretaria de Desarrollo Social, tres millones, y los dos millones que dice el PAN.
Casi al final del mitin se presentó un incidente: Un miembro del equipo de prensa de la candidata fotografió a reporteros que, molestos, solicitaron a la candidata aclarar si el acoso era instrucción de ella. Ella lo negó, apenada, y el episodio no dio para más.
Mañana miércoles, Vázquez Mota visitará Yucatán y el jueves irá a Monterrey, Nuevo León.
Proceso.com.mx