Duarte celebró que a 50 días de haber asumido la presidencia, el presidente Peña Nieto ponga en operación este programa, que era impostergable para regresar la vida digna a los más pobres y a los indígenas de la nación.
“Los gobernadores de los estados y los alcaldes de todo el país apreciamos en su justo valor la trascendencia de esta cruzada nacional contra el hambre, hay consenso, hay unidad, en un marco de pluralidad y de respeto”, señaló.
Dijo que uno de los uno de los principales aspectos de la Cruzada es que concreta los pactos y acuerdos políticos y sociales del Gobierno de la República: “y además permitirá sumar recursos, esfuerzos y visiones de quienes representamos el rostro más cercano a las comunidades”.
El gobernador enfatizó: “En esta convocatoria los actores políticos tenemos la responsabilidad de coordinar todos los esfuerzos gubernamentales, por lo que refrendamos al señor presidente nuestra disposición de participar activamente en este esfuerzo para reivindicar la dignidad de vida de tantos mexicanos desplazados de los beneficios del progreso”.
El jefe del Ejecutivo en Chihuahua se comprometió a nombre de los gobernadores a ser ellos quienes convoquen en los estados y municipios a los integrantes de la iniciativa privada, de las organizaciones de la sociedad civil, al sector académico y a todos los ciudadanos a aportar sus esfuerzos en esta lucha que busca combatir no solo el hambre, el abandono, la enfermedad y la desesperanza.
“El federalismo es una de las estrategias que impulsamos desde la Conago, refrendamos nuestra disposición de participar en este esfuerzo para hacer más digna la vida de tantos mexicanos, esta Cruzada moverá a México, reivindicará los derechos de los más excluidos y sacará del olvido a los más marginados, es un acto de elemental justicia”, indicó.
Comentó que esta cruzada cuenta con la generosidad de los chihuahuenses y de los mexicanos, para hacer llegar el alimento a las familias más pobres, en los rincones más recónditos del país.
El gobernador Duarte dijo que Chiapas enfrenta el hambre como ocurre en todo el país y el estado de Chihuahua no escapa a esta problemática: “Somos una entidad de enormes contrastes, lo mismo enfrentamos la pobreza en lo más escarpado de la sierra Tarahumara y contamos con el segundo municipio más pobre del país que es Batopilas, según el Inegi”.
Manifestó que esta cruzada es un claro mensaje de la reformación radical de las acciones sociales del país, al evitar el asistencialismo que no garantiza su integración productiva y por el contrario este esquema mejorará la situación de 13 millones de mexicanos que carecen de todo y 30 millones de mexicano que no tienen una vida digna.
Destacó que en la actualidad: “gobernar debe ser hacer justicia, lo cual no es posible hacer en la lejanía, hay que escuchar a todos y hacer posibles estos esfuerzos, para dejar el México que tenemos por el México que merecemos, como lo dijo el presidente Peña Nieto”.
“Donde un niño tiene hambre, donde una mujer vive en la incertidumbre, donde un joven vive en la desesperanza y un anciano sufre por la exclusión, ahí la política distributiva debe liberarlos de una existencia subhumana”, acotó.
En su mensaje, el presidente Enrique Peña Nieto expresó que en pleno siglo XXI, México tiene en su población a mexicanos que viven en pobreza y bajo condiciones de hambre, por eso una de sus primeras decisiones fue instrumentar la Cruzada Nacional contra el Hambre.
Explicó que en primer lugar se atenderán a los 7.4 millones de mexicanos que padecen una doble condición de pobreza extrema y carencia alimentaria severa, en más de 400 municipios.
“No hay nada peor para una nación que no alimentar a los niños en sus primeros años de vida”, afirmó.
Detalló que la Cruzada tendrá cuatro aspectos básicos: Orientación focalizada, corresponsabilidad de todas las dependencias y gobiernos locales, estrategia social que fortalece las capacidades productivas de las zonas de mayor marginación y pobreza, y el cuarto será la incorporación de la energía comunitaria y social de todos los mexicanos.
En el evento, la secretaria de Desarrollo Social, Rosario Robles Berlanga, dio a conocer que este día se cumplió la instrucción del presidente Peña Nieto del primero de diciembre en 2012, de que se pusiera en marcha la Cruzada contra el Hambre en un plazo máximo de 60 días.
Dijo que la Cruzada busca la erradicación del hambre nutritiva, suficiente y de calidad como lo mandata el artículo 4 de la Constitución Política de México.
Especificó que esta es una estrategia de política pública para combate el hambre, amplia, con enfoque multidireccional, que va mucho más allá del asistencialismo.
La funcionaria mencionó que la cruzada incluye aspectos centrales como la producción y el acceso a los alimentos, no es una entrega de despensas, sino una estrategia que aspira a cambios estructurales y de fondo.
Añadió que entre los objetivos el programa están el combate del hambre, el registro y seguimiento a los indicadores de peso y estatura de la niñez, el aumento de la producción de alimentos, la reducción de pérdidas postcosecha y el impulso a la participación comunitaria.
Agregó que esta estrategia durará los seis años de la administración e implicará una modificación a la forma de operar de más de 70 programas de la administración pública federal, para lo cual se medirán los resultados.