Con el entierro de Juan Carnaval acabaron 6 días de desenfreno
Con una ocupación hotelera al ciento por ciento, el Carnaval de Veracruz 2013 superó todas las expectativas. El comité organizador y el gobierno del estado reportaron un incremento importante en la afluencia turística. Agregó que los resultados consolidan a Veracruz como un destino ideal para divertirse.
El secretario de Turismo y Cultura, Harry Grappa Guzmán, informó que los prestadores de servicios y hoteleros ya calculan una derrama económica superior a los 80 millones de pesos.
Máscaras y disfraces
Sin embargo, estas cantidades se opacan cuando se ve a cientos de miles de asistentes por todos los rincones del Malecón, del Centro Histórico del puerto y de las sedes alternas, donde se comparte de todo. Así, las máscaras, pelucas de colores chillantes y peinado al estilo afro, gorros de diferentes manufacturas y tamaños, los elementales y elaborados disfraces, el maquillaje y demás parafernalia sirven para no sonrojarse al día siguiente con la luz del Sol al toparse con algún conocido. Predominan el anonimato y el disfraz como vehículo de esta fiesta carnestolenda, de esta celebración del desorden antes de guardarse para los días santos.
Noches de Carnaval de Veracruz, noches de intemperancia, en las que se caminan 100 metros y uno se topa con todas las preferencias sexuales: gays, transexuales, heterosexuales, lesbianas, transgénero y travestis.
Los gays y lesbianas pasean de la mano, se besan y se acarician sin recibir las miradas prejuiciosas ni ser juzgados bajo ópticas de moral conservadora. Los hombres, sin ningún rubor, pueden calzarse unos tacones de aguja o plataforma de 20 centímetros, enfundarse unas mallas, delinearse los ojos, alargar las pestañas con rímel sin sonrojarse, sin sentir culpa católica, ya habrá tiempo para el arrepentimiento… porque Dios perdona todo.
Un notable dispositivo de seguridad de 5 mil elementos, que se mezclaban entre la multitud durante el desfile en todo el primer cuadro del puerto, hizo sentir seguro al público, al grado de que la fiesta trascurrió en paz, a diferencia de otras celebraciones anteriores, que simplemente sucumbieron al terror de salir a las calles. En esta edición familias completas festejaban; los restaurantes lucían llenos. La parte de higiene también fue cubierta, ya que se instalaron cientos de sanitarios móviles junto a las vallas. En Los Portales decenas de personajes ataviados con pelucas y máscaras disfrutaban de música norteña con marimba y mariachi.
Esta fiesta desenfrenada se ha extendido a diferentes barrios del puerto veracruzano y ha servido para la presentación del talento local; por ejemplo, en las unidades Infonavit Buenavista, Chivería, Tejería, Astilleros, El Vergel, Reserva II y Dos Caminos han dado conciertos las agrupaciones Cienfuegos, Klandestinos, Inspiración Latina, Guararé, Willy Rap y Zumiko Mitzuko; además se han ofrecido espectáculos de lucha libre, llevando la alegría de la fiesta a todos los rincones de la ciudad.
Otras agrupaciones que han actuado en los escenarios del Centro Histórico son Ocampo con Soneros de Veracruz, Pregoneros del Recuerdo, La Orquesta Moscovita de la Universidad Veracruzana, Quinteto Mocambo, Hawaii 5-0, Son del Callejón, La Selecta, Zona 9, Sonora Veracruz, Juventud Sonera, Sembradores del Son, Matecoco y Salsabor.
Desorden masivo
En este desorden masivo los sonidos constituyen otro de los factores claves. En cualquier resquicio del puerto jarocho convive gran variedad de géneros musicales; un grupo de salsa toca para unas 2 mil personas, mientras uno norteño interpreta El golpe traidor para una pareja y en el extremo equidistante el mariachi irrumpe con sus trompetas. Incluso se puede escuchar la misma canción en versiones y géneros distintos, como sucedió con Yesterday.
Además de bebidas (principalmente cerveza) y alimentos, se vende gran cantidad de baratijas, como sandalias, zancos, espadas y pelotas luminosas, parches de pirata, pelotas luminosas, cochecitos, relojes, lentes de sol.
Este miércoles esta fiesta carnestolenda, esta celebración lúdica, llegará a su fin. En el puerto de Veracruz se dejarán atrás los desfiles, se desmantelarán las carrozas, las princesas y príncipes dejarán de celebrar, los disfraces se arrumbarán en lo alto de los roperos, el ánimo y la energía carnavaleros se guardarán para sacarlos el próximo año, en la conmemoración de la 99 edición del carnaval.
La Jornada