Este periplo personal, nos permite poner en nuestra imaginación, las vicisitudes y percances que tuvieron que sufrir la expedición de Juan de Oñate, cuando se atrevió a explorar nuevas tierras y rutas, impulsado por la sed de aventura y conquista, enfundado en esa su voluntad férrea, que permtóo abrir el camino conocido como el de “Tierra Dentro”, y que con el devenir del tiempo, los viajes y estancias de personas emprendedoras y visionarias, se sentarían las bases de lo que vendria a ser el Paso del Norte, hoy Cd. Juárez, y sus alrededores, como el de Samalayuca, que conforman su municipio.
Ahora en el presente, resulta de capital importancia que se diseñen estrategias de política pública, encaminadas a la promoción histórica, cultural y turística, enfocado en rutas que posean fundamentos, contenidos históricos y culturales, que vengan a darles vida y sustento; y con ello, se pueda construir productos turísticos con real significado para los viajeros nacionales y extranjeros, que les permita cumplir sus expectativas de abrevar en el conocimiento y la aventura. Y asi, se pueda fortalecer nuestra identidad regional.
Y esta tarea de fortalecimiento de nuestra identidad, la hace posible el turismo, que lo difunde y promociona, al ofrecerle al viajero productos turísticos, culturales, históricos, ecológicos, arqueológicos, ecológicos, que satisfagan sus expectativas, y vengan enriquecer su vida personal y por ende de su entorno familiar y social. Ya que es el turista, quien con sus vivencias, actualiza, revive y da vitalidad a esa identidad y visión cultural. De ahí la importancia de promover los destinos turísticos históricos y culturales que nos dan sentido de pertenencia e identidad regional y nacional.
Cabe señalar que con la referencia al Destino Turístico, Histórico, Cultural, Ecológico y de Aventura, y con la intención de resaltar su importancia en esos ordenes, es de destacar algunas citas y comentarios, sobre pasajes con significado histórico y ecológico de esta maravilla del desierto de chihuahua, del cual forma parte de manera relevante, Las Dunas de Samalayuca..
Veamos pues, a vuelo de pájaro [muy brevemente] y de la mano de escritores, recopiladores e investigadores, como Fausto Gómez Tuena, José U. Escobar, José Guillermo Dowell Sánchez y Fortino Zamble Bernal, referidos por el escritor Javier Melendez Cardona, que cuentan historias y hechos ligados a este paraje de fabulas inmensas como las arenas y dunas que lo componen, en el sentido de “que hace como mil años las tribus nahoas a su paso por este lugar encontraron a Tzamalaxallican, un abrevadero en medio del desierto que les proporcionó sombra para protegerse de las inclemencias del sol, agua de sus manantiales y alimentos que obtuvieron de la rica variedad de flora y fauna de lo que después se conocería y denominaría como Samalayuca.”
Y se señala, que en la etimología náhuatl Samalayuca significa “lugar de arbustos rodeado por arenales”. TZA que significa arbusto, MALA es rodear, XALLI es arenales y CAN quiere decir lugar, por lo tanto su nombre original era TZAMALAXALLICAN. Y que con la llegada de los españoles derivó en Samalayucan y finalmente en su nombre actual. Otra versión señala que el nombre de Samalayuca se debe al predominio de las plantas conocidas con el nombre de Yucas, pero la versión más acertada es que los habitantes prehispánicos a su paso por este abrevadero le hayan dado ese nombre.
Por otra parte Meléndez comenta que “La presencia de asentamientos humanos en Samalayuca se remonta a varios siglos antes de la llegada de los españoles. Y De acuerdo con Fausto Gómez Tuena, los petrograbados que se encuentra en la Sierra de Samalayuca, se les atribuye a la cultura denominada Jornadas Mogollón que a la vez compartían con los Anazasi un amplio territorio que forman los vértices de los ríos Gila, al Norte; Santa María, al sur; Grande o Bravo, al oriente y Casas Grandes, al poniente; estos tallados se estima datan de los años 900 a.C. al 1300 d.C.”
Así mismo señala Meléndez que en la hipótesis de Gómez Tuena, Samalayuca no fue un asentamiento humano, sino un lugar ceremonial, esto debido a las condiciones climáticas del desierto.
Y asevera este escritos que “Entonces Samalayuca además de abrevadero seria un lugar ceremonial de los primeros habitantes de esta región, la cultura Mogollón, nativos que viviendo cómodamente en las riberas de los ríos, venían hasta acá al sacrificio para agradar a sus dioses y grabaron en piedra su eventos; son testimonios de ello los petroglifos que se encuentra a lo largo de la cordillera y que muestran figuras humanoides, otras que pudieran ser una versión del Dios Tlaloc, serpientes, animales de caza y en esas manifestaciones también está presente la importancia de los manantiales.”
En este sentido comenta José Guillermo Dowell Sánchez, en su trabajo de tesis que: “Con la llegada de los españoles los territorios de Samalayuca estuvieron por años deshabitados. La premonición o testimonio de la presencia española en estas tierras nos hace suponer que también fue advertida por los pobladores originales y el evento fue grabado en roca, esto de acuerdo con un dato que cambia la hipótesis de la ruta de Juan de Oñate fue encontrada por José Carlos González Domínguez en el cuadernillo titulado “Juan de Oñate y la colonización de la Nueva México” de Fortino Zamble Bernal. Dice “encontré datos que señalan la presencia del último conquistador Juan de Oñate (1597) en el Ojo de la Casa, durante ¡una semana” Y en el Diario II:*, se señala que el: “12 de Abril a tres leguas del comienzo de las dunas de arena. Allí permanecimos hasta el 19 de porque desde los últimos aguajes carecíamos de suficiente agua para la boyada y ganado, y estos tuvieron que ser conducidos hasta el Río del Norte. En ese lugar sepultamos un muchacho indio”.
La difusión y narración de comentarios e investigaciones históricas sobre los destinos turístico-culturales y de aventura, deberán continuar para formara comunidad de ideas y de identidad regional y nacional…..
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