Cuando pensábamos que la lucha contra el crimen organizado en el Estado, podría estar en un punto donde las ejecuciones se presentarían hacia la baja, tanto por las acciones de la policía estatal en contra de numerosas bandas criminales que han sido desmembradas, como por el interés del Gobierno Federal, por terminar su administración en un ambiente diferente al que generó con su declaración de guerra a la delincuencia, que a la fecha superan ya los 62 mil muertos, nos damos cuenta que esta tendencia hacia la baja, está muy lejos de convertirse en realidad.
Como es verdad sabida, el pasado fin de semana, fueron asesinadas 15 personas, entre ellos dos compañeros periodistas HECTOR JAVIER SALINAS GARCÍA Y FRANCISCO JAVIER MOYA MUÑOZ, dos profesionales de la comunicación que habían sido reconocidos por su gran profesionalismo, como por sus acciones de apoyo a las mejores causas de la sociedad.
Las organizaciones de periodistas en el Estado y en todo el país, hemos repudiado estas acciones y estamos exigiendo de las autoridades, el esclarecimiento de los hechos, así como la aplicación de la justicia en contra de los criminales que perpetraron este crimen, que se suma a una interminable lista de asesinatos que a la fecha han quedado en total impunidad.
La principal crítica es a las autoridades de los tres niveles del Gobierno, que se han mantenido en su postura de espectadores de las acciones de los criminales en contra de la población civil; ciertamente se han logrado avances, pero todo esto pasa a segundo término cuando nos damos cuenta que se continúan esta enorme ola de crímenes, sin que se presente una respuesta puntual, por parte de quienes tienen la obligación y responsabilidad de hacerlo.
Sin embargo, como sociedad, usted, yo y todos los demás que vivimos con nuestras familias dentro de esta gran comunidad que se llama Chihuahua, también tenemos responsabilidad en este, como en todos los demás crímenes.
La cultura de la legalidad, no es solamente para unos cuántos, debe ser un valor de nuestra sociedad que debemos cultivar desde nuestro hogar, en la escuela, en el trabajo y en todos los lugares en donde nos relacionamos con el resto de la sociedad.
Este crimen, es también un llamado para las autoridades, para que no se les olvide que deben gobernar con el ejemplo; es decir, si se demanda que nos convirtamos en una sociedad de valores y principios, primero, las autoridades deben de predicar con el ejemplo, y no por el hecho de tener fuero y poder, puedan violentar la ley impunemente.
Nuestra principal herramienta que tenemos como ciudadanos es el voto, ya que por medio del sufragio, manifestamos nuestro apoyo o rechazo en contra de quienes nos gobiernan o de quienes pretenden hacerlo, sin que hayan demostrado una verdadera vocación de servicio, un interés por conocer de todos nuestros problemas, una empatía capaz de generar confianza y certidumbre sobre sus proyectos de trabajo, pero sobre todo, una visión de país, en la que tengamos esperanza de que nuestra voz pueda ser escuchada, nuestros reclamos tomados en cuenta y particularmente, que los espacios de participación social, se mantengan abiertos para que nosotros podamos incorporar nuestras acciones y darle a México y Chihuahua el cambio que nuestras familias están esperando y nuestros hijos nos reclaman.
Hoy, dos voces se han callado para siempre, pero el grito de justicia se escucha cada vez más alto y fuerte, comenzando a ser ensordecedor, porque la sociedad exige paz, tranquilidad, seguridad y confianza; no más guerra, no más sangre, no más luto.
Descansen en paz Héctor Javier Salinas García y Francisco Javier Moya Muñoz.