En cuanto a la percepción social, se puede afirmar sin duda, que las cosas no se están realizando bien en el interior, merced a los constantes hallazgos de armas, drogas, irregularidades administrativas en cuanto al ingreso de personas, privilegios para los internos, pero sobre todo, por la enorme corrupción que se genera a partir, precisamente de las condiciones de islas en las que la misma autoridad ha preferido mantenerlos.
Cuando más se mencionan de CERESOS seguros e infranqueables, más fugas generalizadas se presentan.
La vida en el interior, nada tiene que ver con la forma en la que desde afuera se puede pensar que se opera, porque amparados bajo falsos esquemas de seguridad interna, sólo los directivos conocen la manera en la que un interno común sin recursos sobrevive, comparativamente con uno más que cuenta con dinero suficiente para adquirir privilegios que le permiten hacer su vida como recluso, de la mejor manera posible.
Recursos económicos para adquirir una celda completa, sin compartir con nadie más, la más protegida y de fácil acceso, dinero para sobornar a quien corresponda y que permita contar con privilegios, como refrigeradores, pantallas planas de televisión, colchones, etc., pagar cuotas para recibir visitas conyugales fuera de todo ordenamiento, además de las ya conocidas respecto del tráfico de drogas como mariguana, cocaína, heroína, solventes, enervantes, pastillas psicotrópicas etc.
En el interior de los CERESOS, todo tiene un costo y una ganancia; quizás una de las más fuertes por el monto que representa es el relacionado con la comida, ya que en el caso concreto, de preparar alimento para poco más de 7 mil personas tres veces al día, se gasta una cantidad realmente fuerte, que fácilmente se puede alterar, sin que suceda absolutamente nada, finalmente no queda huella, porque el alimento se consume totalmente, y en cuanto a supervisarlo diario, la verdad no resulta operativamente viable; total, el servir comida barata y comprobar suministros caros, es una acción relativamente fácil, sobre todo cuando se habla de grandes islas que producen muy poco y consumen mucho.
El gasto por uniformes de los guardias, chamarras y calzado, el mismo trabajo que desarrollan los internos, tiene su costo y beneficio, ya que los espacios en los talleres son pocos y al no alcanzar para todos, también se ofrecen al mejor postor, o bien, puede tener preferencia el que le ofrezca a quien corresponda, un presente artesanal, un par de botas fabricadas por ellos mismos, una mesa, silla o cualquier producto que se confeccione.
La discrecionalidad con la que se opera en los CERESOS, es generadora de corrupción, por lo que las autoridades deben de cambiar los esquemas de hermetismo, por otros más abiertos, que permitan garantizar su buen funcionamiento, y sobre todo, asegurar que las personas que se encuentran recluidas, puedan adquirir conocimientos prácticos sobre alguna actividad productiva, que eventualmente le permita continuar realizándola una vez terminada su sentencia.
Para el gobierno Mexicano, las cárceles son terrenos de castigo, en los cuáles, la información sobre su operatividad, corresponde única y exclusivamente a las autoridades; en otros países, como por ejemplo Austria en Europa, las paredes de los centros de reclusión son de vidrio, de tal forma que los internos y las personas que circulan a su alrededor, pueden verse y de esta forma, al cumplir su condena, no pierden el rumbo ni el contacto con el resto de la ciudadanía.
La propuesta para los CERESOS locales, es que se incorporen grupos de personas, dentro de un esquema democrático, semejante al que se tiene para los consejeros del IFE, los cuáles se conviertan en vigilantes y supervisores de la forma en la que se opera internamente; se trata de eliminar ese mito estigmatizante de que a la sociedad no le interesa, cuando todo lo que se refiere a gasto económico, transparencia y eliminar esferas de corrupción, por supuesto que nos interesa, y a todos.
FLORENCE CASSEZ, FRANCESA SECUESTRADORA CON DERECHOS VIOLADOS POR LA PROCURADURÍA
Se puede no estar de acuerdo con el proyecto del magistrado Arturo Zaldívar, pero, la estupidez cometida por la PGR, al pensar que el máximo órgano de justicia en el país, pasaría por alto la violación a los derechos humanos de la criminal francesa, debe tener un castigo ejemplar, mínimo con la renuncia y consignación de quien o quienes son los responsables de no haber puesto de inmediato a disposición del Ministerio Público Federal, a quien no se comunicó con la embajada francesa y particularmente al promotor del montaje televisivo.
La guarda y custodia de los derechos humanos que recientemente se incorporaron a la Constitución, deben amparar y proteger a la secuestradora gala, y en cuanto a los derechos de las victimas, que le exijan a los responsables de la PGR, iniciando por Genaro García Luna, principal orquestador, que con el poder que le confirió el presidente Calderón, simplemente perdió piso, pensando que el monopolio de la acción penal, le alcanzaría para todo, incluyendo sus pretensiones histriónicas por hacer de la institución una meca cinematográfica, aunque sólo le alcanzó para una modesta telenovela ( aime19_4@yahoo.com.mx )
La forma en la que se encuentran operando los Centros de Reinserción Social, tanto en el país, como en nuestra entidad Chihuahua, puede catalogarse como no muy adecuada, por la opacidad que los cubre, y sobre todo, por el gran mito que existe a su alrededor, en el sentido de que es mejor un CERESO hermético, donde, cuanto menos se entere la ciudadanía lo que pasa tras sus muros, esta mucho mejor.