Explicó que el productor, sobre todo el más pequeño, entrega la leche de buena calidad, sin embargo se le cobra por ir por ella, por el enfriamiento, además de que en ocasiones le agregan agua, lo que devalúa su calidad y su condición, por lo que el que paga por todo esto es el pequeño lechero, por ser el más vulnerable.
El Gobernador Duarte indicó que después de una larga reunión de trabajo, ya se cuenta con un proyecto concreto con el cual es absolutamente viable elevar el precio al productor y generarle condiciones de calidad para que mantenga y entregue el producto en óptimas condiciones y que por ello reciba íntegramente el valor de su leche.
Lo anterior al dar a conocer que no sólo se busca elevar el precio que se paga al productor por litro de leche, gestiones en las que se llevan avances importantes, sino que se busca también evitar que de este ínfimo recurso, se le cobren además al productor los gastos de manejo, el cual a la vez lamentablemente sólo deteriora la leche. Además, dijo, por medio de las auditorías se ha detectado el robo de leche.
Indicó que muy pronto podría entrar en función este nuevo sistema, e informó que ya se ha comunicado con la Dirección General de LICONSA y el delegado ha estado al pendiente de la situación al 100%. El Mandatario Estatal señaló que se está consolidando el pago de un mejor precio para los productores de leche. Hubo una reunión del consejo de LICONSA y ya existe una autorización a un recurso adicional, pero también hubo pérdidas en perjuicio de los productores, de cerca de 35 millones de pesos en el ejercicio anterior, debido a los malos manejos, a la mala calidad de la leche, siendo que el productor la entrega de muy buena calidad, y es en el camino donde sufre la transformación.
Enfatizó “que los coyotes, si son comerciantes, que se dediquen a ser comerciantes, no coyotes, que no abusen de la circunstancia, en la que solamente en esta cadena, el pequeño productor es el que pierde”.
El pequeño lechero necesita que se lleven el producto para que no se eche a perder, y la vaca tiene sus horas de ordeña y no puede esperar a que se lleven la leche para ser ordeñada. Al ser el lácteo un artículo perecedero, genera una presión que les da a los “coyotes” la oportunidad de abusar de esta situación.
