En el año de 1898, la familia Tolentino cambió su residencia a la ciudad de Chihuahua, ubicando su domicilio en la calle Libertad No. 210, permaneciendo ahí hasta la década de los años treinta, siendo Ciudad Juárez su último lugar de residencia. Se casó con Soledad Pedrueza, con quien tuvieron a su hijo Arturo Tolentino Pedrueza.
La formación musical de Tolentino Hernández, no tuvo el suficiente seguimiento académico, alguno de sus conocimientos fueron adquiridos a través de su madre, quien además de tocar el piano, poseía algunas facultades para la composición.
Desde su adolescencia se incorporaba se incorporaba a los grupos musicales que participaban en los desfiles conmemorativos, donde tocaba la trompeta.
Es importante señalar que durante algunos años, Tolentino fue auxiliado por otros compositores chihuahuenses de ese tiempo, como Antonio Maguiregui y Francisco Moure, principalmente en las tareas de escribir en papel pautado sus composiciones.
Entre su obra se encuentran: Alma parralense, fox-trot, Sonrisa de primavera, Almas gemelas, En alas del ensueño; Uranus, Tricolor, Maravilla, Tus ojos, Flor María, vals, Dora, Intermezzo sinfónico, esta última fue estrenada por la Orquesta Sinfónica Chihuahuense el 22 de abril de 1926. La más conocida pieza de Arturo Tolentino es Ojos de juventud, escrita en Chihuahua (por la calle Allende de la capital del Estado, propiedad de Ana Aguirre, se encontraba hace poco el piano donde se tocó por primera vez, según datos del historiador y maestro Félix Jesús Allard y se decía que Antonio Maguregui le hizo algunos arreglos), este vals fue difundido a nivel Internacional. Y es triste señalar que a la fecha algunas de sus composiciones permanecen inéditas y se encuentran en el Paso, Texas. Flor María y Alma parralense fueron grabadas por el maestro Fernando Sáenz Colomo, integrando esta última la selección de doce piezas contenidas en la serie Música de Chihuahua, composiciones para piano producidas por FOMES y el Instituto de Bellas Artes de la Universidad Autónoma de Chihuahua en el año de 1995.
Fundó con el historiador Heriberto García Rivas la Academia de Artes y Literatura de Chihuahua y la Biblioteca Municipal de Chihuahua de la que también fue director. Ejerció además como maestro de música y piano en la Academia de Chihuahua. De su trabajo como músico podemos mencionar su participación, acompañando en vivo películas de la época del cine mudo, esto en el desaparecido Cine Estrella, en la capital del Estado, singular oficio musical que después, al ser agregada la banda sonora al celuloide, queda registrada como una nostálgica actividad cuyos ejecutantes en su mayoría permanecen en el anonimato.
El 15 de enero de 1926, el periódico El correo de Chihuahua publicaba una nota donde se invitaba a la sociedad chihuahuense a una velada de carácter artístico, organizada por el Centro Cultural Ariel, donde se presentarían como parte del programa dos piezas de Arturo Tolentino: el vals Hora de encanto con música del compositor y letra de la profesora Margarita Ortiz, y el fox-trot Besos furtivos, interpretada por la banda del 30 Batallón con arreglo del teniente J. R. Villalbazo.
Una vez radicado en Ciudad Juárez, allá por los años treinta, Arturo Tolentino Hernández siguió ejerciendo la composición musical y laboró hasta su muerte ocurrida en 1954, en la Biblioteca Municipal de Ciudad Juárez. Hoy este centro de cultura local lleva su nombre para perenne recordación.