Con más de 90 películas en su haber, trabajó con personajes del cine como Joaquín Pardavé, René Cardona, Alejandro Galindo, Carlos Carrera, Jorge Fons, Alberto Isaac y posteriormente con su hijo Arturo Ripstein; dirigiendo a las figuras de la actuación del momento. Como productor auspició las cintas El zorro de Jalisco (de José Benavides, 1940), Allá en el Bajío (de Fernando Méndez, 1942), El baisano Jalil (de Joaquín Pardavé, 1942), Adiós Juventud (de Joaquín Pardavé, 1943), Canaima – dios del mal (de Juan Bustillo Oro, 1944), La reina de la ópera (de José Benavides Jr., 1945), Misterios de ultratumba (1958), El mundo de los vampiros (1960), Una bala es mi testigo (1960), El aviador fenómeno (1960), La maldición de la Llorona (1961), Cristo negro (1962), La muerte es puntual (1965), Corona de lágrimas (1967), Los recuerdos del porvenir (1968, basada en la obra de Elena Garro), El crepúsculo de un dios (1968), Futbol México 70 (1970), Rosario (1970), Pepito y la lámpara maravillosa (1971), Triángulo (1971), Cinco mil dólares de recompensa (1972), Chabelo y Pepito contra los monstruos (1973) y Picardía mexicana (1977).
Dirigió La mujer de todos, Bésame mucho, Principio y fin y El crimen del padre Amaro (2001) protagonizada por Gael García Bernal y nominada a un Oscar como la mejor película extranjera; con Principio y fin (1993) obtuvo el Premio Ariel de Oro de la Academia en 1994; El callejón de los milagros también le valió el Ariel de Oro en 1995. Tanto Principio y fin como El callejón de los milagros son adaptaciones de textos del novel Naguib Mafhuz. Fue en el año 2003 que recibió el premio Mayahuel de Plata por sus 60 años de ininterrumpida trayectoria, mismo año en que fue presentado el libro Alfredo Ripstein, productor.
Pleno de triunfos, trofeos y reconocimientos del público, el director parralense Alfredo Ripstein falleció en su residencia de la ciudad de México a los 90 años de edad, el sábado 20 de enero de 2007. Comenzó con malestares físicos cuando festejaba sus 65º. aniversario de bodas y murió en la celebración a raíz de un paro respiratorio, luego de lo cual sus restos fueron llevados a su morada final en el Panteón Israelí.
Comentarios de su hijo, el también director Arturo Ripstein acerca de su padre, en el marco de la Décimo Octava Muestra de Cine Mexicano en Guadalajara.
Alfredo Ripstein, el productor, me enseñó con su ejemplo que el camino es largo y tortuoso, pero que desgraciadamente es mucho más larga la corrupción mexicana. Mi padre no solo me inculcó el miedo, sino también el coraje. Mi papá lo conoce todo como los viejos coyotes, me inculcó el aterciopelado veneno del cine.
A manera de colofón de esta ficha, y para no confundir títulos, cabe destacar que su hijo Arturo ha dirigido las películas Profundo carmesí, El anillo de la pureza y El evangelio de las maravillas.