La cifra de asistentes para esta edición es récord, pues hasta ahora el máximo registrado por el WEF en su congreso latinoamericano era de 550 personas, pero ahora suman más de 900 los invitados de 71 países, de los cuales 37 por ciento son de América Latina y el Caribe, 29 por ciento de Estados Unidos y Canadá, 20 por ciento de Europa, 9 por ciento de Asia y 5 por ciento de África y Medio Oriente, señaló José Antonio Torre Medina, subsecretario para la competitividad y normatividad de la Secretaría de Economía, que auxilia WEF en la celebración de este foro.
El WEF es una fundación creada en 2006 por Klaus Schwab, que era profesor de Economía en Suiza, y desde entonces cada año convoca a líderes políticos, empresariales, de organizaciones civiles y académicos a discutir y analizar los problemas que aquejan al mundo en todos los ámbitos políticos y económicos hasta educación, salud y medioambiente, con el propósito de impulsar soluciones globales y regionales.
La inauguración formal será el martes, pero los trabajos comenzaron este domingo con la Convención anual de los jóvenes líderes globales, donde los directivos del WEF se esforzaron por convencer a los asistentes de la capacidad y responsabilidad que tienen para transformar el mundo.
Al foro asisten el presidente Felipe Calderón y seis secretarios de Estado además de mandatarios y ministros de otras naciones y dirigentes de organismos multilaterales como la OCDE, Cepal y BID, además de directores de empresas, representantes de organizaciones civiles e investigadores.
El WEF servirá además como marco para las reuniones preparatorias hacia la cumbre anual del Grupo de los 20 en Los Cabos. El miércoles hay una mesa de discusión sobre el liderazgo mexicano del G-20.
La Jornada