Al tiempo de que el lector se entere de la presente colaboración editorial estará efectuándose, o muy probablemente ya se haya efectuado, una reunión-desayuno entre el licenciado César Horacio Duarte Jáquez, Gobernador Constitucional del Estado de Chihuahua, y la Asociación de Editorialistas de Chihuahua, a la cual tengo el honor de pertenecer. Debido a las gestiones que el profesor Antonio Gutiérrez Martínez, Presidente de la Asociación de Editorialistas, realizó desde semanas y meses anteriores ante el Arq. Carlos Carrera Robles, Coordinador de Comunicación Social del Gobierno del Estado, y el Dr. Marcelo González Tachiquín, Secretario del Despacho del Ejecutivo, fue posible que quedara agendada, para las ocho horas del día miércoles 30 de Marzo, la cita de los comunicadores con el Señor Gobernador, lo cual mucho agradecemos.
Además de reconocer la hospitalaria y cordial actitud del mandatario estatal y sus principales colaboradores- con quienes algunos editorialistas hemos tenido la oportunidad de entablar una relación de compañerismo y/o amistad desde años atrás hasta la fecha-, es pertinente ratificar públicamente las evidentes muestras de preocupación y las acciones que respecto a la compleja problemática de la entidad ha hecho patentes la administración de César Duarte.
En lo concerniente al serio problema de inseguridad pública que hoy agobia a ciudadanos, familias, maestros, estudiantes, profesionistas, empleados, empresarios, funcionarios y a toda la sociedad chihuahuense, el gobernador Duarte ha dado claros testimonios de voluntad y determinación para erradicar sus distintas manifestaciones. Desde las primeras semanas de su gestión logró una importante reforma penal que implicó el establecimiento de la prisión vitalicia para secuestradores, extorsionadores y multihomicidas, lanzando con ello una fuerte advertencia a los integrantes de las bandas delictivas organizadas, quienes ahora verán canceladas sus posibilidades de recuperar la libertad en caso de ser detenidos por la autoridad.
Otro de los aspectos relevantes del inicio del ejercicio gubernamental de César Duarte es el tangible empeño por censar y/o regularizar los miles de vehículos de procedencia norteamericana que circulan en el estado sin identificación alguna, o al amparo informal de organizaciones sociales o políticas, que lejos de solucionar el problema lo agudizan al contribuir a la proliferación de unidades automotrices anónimas, que facilitan la comisión de ilícitos ligados al tráfico de drogas, ejecuciones, asaltos y secuestros.
Por lo que respecta al suministro de agua para uso doméstico, industrial y agrícola, el representante de los chihuahuenses está desplegando importantes esfuerzos e iniciativas tendientes no solo a mejorar las condiciones administrativas, de operación e infraestructura de los organismos operadores del agua, que dependen de la Junta Central de Agua y Saneamiento del Estado de Chihuahua, sino que también ha planteado con firmeza ante las instancias del Gobierno Federal la necesidad de que Chihuahua sea objeto de una real participación, así como de un trato más equitativo, en las políticas nacionales y los tratados internacionales que regulan el aprovechamiento de las aguas superficiales existentes en el territorio estatal.
En el renglón económico tampoco ha pasado desapercibida la actuación del gobierno en turno, pues el apoyo brindado a las finanzas familiares por el gobernador Duarte al eliminar el impuesto a la tenencia de automóviles está teniendo un significativo impacto. Lo mismo puede decirse de las recientes acciones emprendidas en torno a la atracción de inversiones y la realización de proyectos detonadores de los rubros de desarrollo urbano, agropecuario, industrial y turístico, tales como el inicio de la construcción de la Ruta Integradora del Transporte Urbano de la capital, la concreción de un acuerdo para exportación de carne a Japón, la inauguración de una empresa maquiladora de partes para aeronáutica, y el comienzo de la obra del Aeropuerto Creel.
Las acciones positivas que engrandecen a la entidad nos benefician a todos. Por encima de la filiación político-partidista personal de cada uno de nosotros se sitúan nuestro deber cívico y el interés general de la comunidad chihuahuense a la que pertenecemos, los cuales nos convocan a apoyar las políticas que el gobernador César Duarte está desplegando para establecer en Chihuahua un clima de orden, gobernabilidad, legalidad, tranquilidad y bienestar. Aportemos todos los ciudadanos, en la medida que nos corresponde, nuestro respaldo al gobierno actual, para lograr juntos que Chihuahua viva.
